El hombre estaba de pie en la oscuridad. Alto y erguido, vestía un traje negro. Solo un cigarrillo entre sus dedos brillaba rojo con neblina blanca. Si no fuera por sus ojos agudos, Emilia lo habría pasado por alto.
Vicente giró la cabeza cuando la oyó. Desde donde estaba, Emilia solo podía ver sus finos labios curvándose seductoramente mientras exhalaba lentamente un anillo de humo.
Apagó el cigarrillo y dio unos pasos mientras su rostro quedaba expuesto a la luz. Sus cejas estaban ligeramente arqueadas mientras su sexy mandíbula se movía.
—¿No dijiste que querías darme algo?
.....
Emilia hizo una pausa.
Pensó durante un largo rato antes de recordar que efectivamente se lo había prometido hace una hora.
Fue al baño, tomó la botella de champú que había usado y se la pasó.
—Aquí tienes.
Vicente la tomó y frotó la palabra "leche" en ella.
Observando, Emilia notó que parecía gustarle mucho. Pensó que tal vez no había usado esta marca antes, así que susurró: