Emborracharse

Eran casi las diez cuando se sirvió la cena. Sin embargo, el grupo de personas había bebido mucho. Pocos tenían apetito. Solo Janessa seguía emocionada. Tomó una brocheta con calamares y se la entregó a Armando. —¡Armando, disfruta del calamar!

Armando estaba inmóvil sobre la mesa. Janessa le sacudió la cabeza, solo para descubrir que estaba completamente borracho.

Emma yacía en el sofá. Cerró los ojos como si estuviera dormida. Emilia, que estaba bastante ebria, estaba en los brazos de Vicente. Parecían estar hablando. Janessa se inclinó para escuchar, pero no podía oír nada claramente. La voz de Vicente era baja. Janessa solo podía oírla vagamente, pero aún así la encontraba sexy y seductora.

Randy, un hombre soltero, estaba inclinado sobre la mesa. Borracho, seguía susurrando:

—Salud, salud...