Sintió que algo andaba mal con él, así que sacó su teléfono y llamó a Randy.
—He invitado a Arabella a almorzar mañana.
—¿No aceptó? —Randy probablemente estaba comiendo, se escuchaba un sonido de deglución por el teléfono.
—Ella aceptó.
Randy se quedó atónito por un momento y dijo nerviosamente:
—¿Quieres invitarme?
—Lárgate.
Randy sabía lo que pasaba.
—Oh, ¿has venido a presumir? Felicitaciones. Has conseguido lo que querías. Increíble. Sin mí, el estratega más guapo, planeando por ti, no habrías podido conquistarla exitosamente. ¿Cómo se siente? ¿Estás eufórico? ¿Ya conseguiste los condones?
...
Jaquan finalmente supo qué andaba mal, pero sintió que era porque después de tanto tiempo su impulso sexual había disminuido.
—Estoy muy tranquilo ahora.
—Vamos. Sin sexo durante tantos años, definitivamente estás listo para acostarte con la chica ya que la has conquistado —Randy rió siniestramente.
—... No, por eso estoy tan confundido. ¿Qué me pasa?