Feliz Año Nuevo

Emilia caminó hacia el escritorio, sosteniendo la mano de Vicente. Se sentó en una silla, abrió un libro y preguntó:

—Tengo algunos acertijos sobre el libro. ¿Puedes explicármelos?

Este no era el propósito de Vicente al prometerle a Emilia todo lo que ella quisiera.

Vicente sonrió con frustración sin revelar sus pensamientos.

—Claro.

—Tengo preguntas sobre otros libros —Emilia se inclinó hacia adelante para buscar libros, bajando la cabeza. Estaba tan concentrada que no sabía lo atractiva que era a los ojos de Vicente.

Llevaba un camisón rosa de talla grande con forma de conejo. Mientras se inclinaba, Vicente podía ver su cuello esbelto y su piel clara. Llevaba su largo cabello negro recogido en un moño, dejando un mechón de pelo en su cuello. Se veía tan atractiva.

Vicente bajó la cabeza y besó el cuello de Emilia. Ella podía sentir la punta de su lengua.

Emilia se estremeció y sus orejas se pusieron rojas. Dijo con un trino:

—Me hace cosquillas. No me beses de esa manera.