Cuidado con provocar a un zorro (2)

—¿Necesitas algo más?

—No por ahora —respondió Nanzhi con voz tranquila.

—Bueno, si necesitas algo... —La sorpresa en su voz aún era evidente.

No podía creer que Zhi Zhi lo hubiera besado. Debía estar soñando.

La cena pronto estuvo lista, y Lin Weihao comió más de lo que debería.

Yu Baoyin, siempre atenta, terminó su comida, ayudó con los platos y se retiró silenciosamente a su habitación, dejándolos solos.

La puerta del baño se abrió y salió Lin Weihao, recién bañado. El vapor aún se aferraba a su piel mientras caminaba, con una toalla envuelta sueltamente alrededor de su cintura. Las gotas de agua se deslizaban por su torso definido, trazando las líneas de sus músculos antes de desvanecerse en el borde de la tela.

Nanzhi estaba sentada en el sofá, absorta en un libro. Su atención nunca vaciló mientras hojeaba las páginas. Estaba buscando información sobre abejas: cómo cosecharlas, cómo construir un lugar para ellas y dónde encontrarlas.