El siguiente lugar que decidió redecorar fue el baño.
Entró, feliz de ver que al menos había un azulejo blanco básico cubriendo las paredes de concreto.
Aunque no había mucho que pudiera hacer en términos de mobiliario, eligió una bonita cortina de ducha floral y la colgó en la barra. También eligió algunas alfombras de baño que complementaban el color de la cortina de ducha y las colocó en el suelo.
Por último, puso una pequeña estantería en la esquina y la llenó con toallas esponjosas, productos para el cuidado de la piel, maquillaje y jabones.
El baño redecorado ahora se veía mucho más alegre con todos los diferentes colores y acentos florales. Rayne sonrió ante la gran mejora y se preparó para ducharse.
Después de terminar de ducharse, escuchó un pequeño golpe en su puerta.
—Oye, Rayne, ¿estás despierta? —escuchó la voz de Julian al otro lado de la puerta.