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Esperaron en un callejón sombrío, observando a qué tienda iría la mujer. Tan pronto como entró en una de las tiendas, Ace levantó la mano, dando la señal para moverse. Los hombres se escondieron alrededor de la entrada de la tienda y esperaron a que ella saliera.
Un breve período de tiempo después, finalmente salió. En el momento en que cruzó la puerta, se abalanzaron sobre ella, inmovilizándola.
Ace colocó la cinta sobre su boca, silenciando sus gritos. —No te preocupes, muchacha, nos agradecerás por llevarte a un lugar mejor después.
Después de asegurar completamente a la mujer, Ace dio las órdenes de regresar a la base.
El viaje de regreso fue tranquilo y sin obstáculos. Una vez que regresaron, Ace hizo que los hombres llevaran a la mujer a los cuarteles de mujeres para que se limpiara mientras él se dirigía a informar a Dillon.
Dillon estaba actualmente preparándose para reunirse con los altos mandos de la pandilla cuando escuchó un golpe en su puerta.