Explorando la Corporación REN

Después de que Mai se fuera, Tristan recogió su papeleo terminado y salió de su oficina para ver a Damien. Caminó por el pasillo hasta la escalera que conducía a los niveles inferiores de la base.

Varios grupos de guardias estaban apostados en cada intersección importante, asegurando que nadie sin autorización pudiera pasar.

—Señor —saludaron a Tristan respetuosamente. Todos en la organización sabían que este hombre delgado y estudioso era la mano derecha del líder.

Tristan asintió en silencio y continuó caminando por el pasillo hasta que llegó a una puerta bellamente tallada.

Levantó la mano y elegantemente golpeó la puerta con los nudillos.

—Adelante —sonó la voz de Damien desde dentro.

—Jefe, he terminado de redactar los documentos. También tengo algunas noticias que compartir —dijo Tristan respetuosamente.

—Toma asiento, vamos a escucharlo —dijo Damien casualmente, señalando la silla frente a él. Tristan se acercó e hizo lo que se le indicó.