capitulo 1 : El origen del vacío

No se puede dañar lo que está hueco.

Pero... ¿qué pasa cuando ese hueco quiere llenarse de nuevo?"

Muy lejos, en una remota esquina de la galaxia, existe un planeta que pocos conocen: Helion. Un mundo cálido y brillante, donde la luz solar no es solo una fuente de vida, sino también un símbolo de poder reservado para la sangre real.

En este lugar, comienza la historia de un joven destinado a cambiarlo todo.

---

Cárter vivía en el reino de Helion, feliz junto a su amiga más cercana, Alis. Desde niños compartían risas, juegos y aventuras por los campos del reino. Con el paso de los años, ambos crecieron, y su amistad se volvió aún más fuerte.

Cárter se entrenó con determinación, volviéndose un maestro de la espada. Su habilidad lo hizo merecedor del título de Corazón de León. Alis, en cambio, sentía que su vida estaba atrapada tras los muros del castillo. Aunque era princesa, deseaba algo más que banquetes y lecciones de etiqueta.

Una tarde, cansada del encierro, Alis escapó del castillo y encontró a Cárter en una colina, observando el cielo.

—Te has vuelto alguien serio y aburrido —dijo, cruzándose de brazos con una sonrisa—. ¿Qué es eso de que me defenderás? ¿Desde cuándo eres mi guardia personal?

—Desde siempre —respondió Cárter sin mirarla, pero con una leve sonrisa escondida.

Recordaron momentos de su infancia, riendo suavemente... hasta que el cielo se oscureció. Una sombra cruzó las nubes. Ambos se miraron, alertas. Luego corrieron hacia el reino.

Una nave alienígena descendía desde el cielo, gigantesca e imponente.

—Soy princesa de Helion —dijo Alis, empuñando una espada—. ¡No retrocederé!

Vio a sus padres, los reyes, y también a los padres de Cárter entre la multitud. Sin pensarlo, se lanzó al combate. Pero la cantidad de enemigos era abrumadora. Pronto fue rodeada y capturada.

Cárter, desde lejos, desenvainó su espada. Respiró hondo.

Y entonces, se lanzó al ataque.

Se movía con tal velocidad que los enemigos apenas podían seguirlo. Uno tras otro, caían ante su filo. De repente, el líder enemigo emergió, portando un arma jamás vista. Cárter vio, con horror, cómo apuntaba directo a Alis.

—¡No! —gritó.

Corrió con toda su fuerza. En el último segundo, se interpuso en el disparo.

El tiempo pareció congelarse.

—¡CÁRTER! —gritó Alis, con los ojos llenos de lágrimas.

El cuerpo de Cárter comenzó a flotar, rodeado de una luz azul intensa, hermosa y misteriosa. Y entonces, desapareció… como si se hubiera fundido con el cielo mismo.

Los aldeanos, horrorizados, huyeron. La nave enemiga se llevó a Alis, a los reyes y a los padres de Cárter. El reino quedó en ruinas.

---

Dentro de la nave, Alis miraba a su alrededor, confundida y rota. Vio a los padres de Cárter, devastados por la pérdida de su hijo. El padre de Cárter, con los puños cerrados, murmuró:

—No me rendiré. No pienso quedarme aquí.

Con decisión, comenzó a planear una fuga. Debían liberar al rey y a la reina de sus celdas. La comida era escasa, pero aún tenían fuerzas.

—Cada mañana —explicó— dos guardias traen comida. Esperaremos el momento exacto. Cuando el láser de la celda se desactive, los atacaremos, tomaremos sus armaduras y tarjetas de acceso. Así llegaremos al sector de cápsulas… pero debemos evitar a dos guardias más.

Alis lo escuchaba, asombrada por su estrategia. Nunca lo había visto tan determinado.

—¿Fuiste capitán? —preguntó.

—Lo fui —respondió, con una mirada firme—. Y aún soy un guerrero.

Todos colocaron sus manos al centro, haciendo una promesa silenciosa.

Un prisionero de la celda vecina los había escuchado todo.

—Puedo avisarles a los demás —dijo.

El padre de Cárter lo miró.

—Si nos ayudas, te sacaremos de aquí.

El prisionero dudó unos segundos... y aceptó.

La chispa de la esperanza había encendido una rebelion