Capítulo 37 : Caos, Pancartas y Puertas que Leen Mentes

—Ya es oficial —dijo la directora Aerith Thaloren mientras se servía una taza de té flotante con elegancia impecable—. La cordura institucional ha sido oficialmente arrojada por la ventana.

—¿Se refiere a las explosiones en la biblioteca, la batalla con golems durante la práctica de conjunción mágica, o a la última pancarta que decía "Sylha x Dargan: destino explosivo"? —preguntó el profesor Velmiar Tasse mientras escribía ecuaciones rúnicas sin mirar.

—Todas las anteriores —suspiró Aerith, mirando desde el ventanal hacia los patios, donde el caos se camuflaba como recreo estudiantil.

A su lado, la profesora Arael Vynen acomodaba sus gafas encantadas.

—Nunca pensé decir esto, pero… ¿es Ardyn Lioras quien está actualmente sobrevolando el lago con alas ilusorias mientras lanza hechizos ilegales?

—Sí. Con Juno Belvast dándole instrucciones desde una barca hecha de burbujas —añadió Mirell Dazeen con su sonrisa siempre brillante—. Técnicamente creativos. ¿Peligrosos? Quizás.

—Y pensar que hace solo semanas ese chico obedecía los manuales —dijo Halbram Voreck, arqueando una ceja—. Zevalen ha infectado a toda la academia con su maldita chispa de caos.

—Y lo peor —añadió Ruden, profesor de combate mágico, apoyando su brazo cruzado en la mesa—… es que están aprendiendo. Realmente están creciendo.

Aerith asintió.

—Ese chico trajo caos, sí… pero también formó vínculos, forzó cambios, empujó límites. No me extrañaría que incluso Lyss Verhiel, nuestra enigmática sombra de plata, empiece a dudar de su rol.

El aire vibró súbitamente.

Desde el cielo, sobre la torre norte, una señal mágica en forma de círculo dorado apareció suspendida.

Todos los profesores se pusieron de pie.

—Ya es hora —dijo Aerith, su voz firme—. El Reto del Umbral está por comenzar.

Mientras tanto, en los patios, los estudiantes que aún no habían participado comenzaban a agruparse por equipos. El anuncio era claro:

"Equipos, diríjanse al Bosque del Umbral. El reto no será individual… pero cada uno deberá enfrentar una puerta que conoce su interior."

—¿Eso significa lo que creo que significa? —preguntó Karla Nimor mientras revisaba su bastón—. ¿Puertas que leen tu mente? ¡Perfecto, justo lo que necesitaba hoy!

—¿Y si la puerta me ve durmiendo como forma de defensa mágica? —dijo Millo Crest con pánico.

—Entonces se dormirá contigo —murmuró Toren Viess.

—¡¿En serio?! —Millo pareció ilusionado.

Velira Moss reía a carcajadas mientras colocaba una trampa invisible en su zapato. Frinta Belmare, como siempre, no dijo nada… pero observaba todo.

—Vamos, Equipo 5 —dijo Sylvain Drakens con el pecho erguido—. ¡Hoy demostraremos que la luz siempre triunfa!

—Eso sería más inspirador si no hubieras dicho lo mismo antes de electrocutarte con una lámpara mágica —murmuró Karla.

Cerca de ellos, el Equipo 12 se preparaba.

—¡Tessia, deja de correr en círculos, que vas a abrir un portal sin querer otra vez! —gritó Ralia Zein.

—¡Estoy emocionada, ok! ¡No puedo creer que me dejaran fuera de la reunión anterior!

—Te dormiste antes de las nueve —dijo Domel Irk, tratando de alzar su escudo sin caerse.

—¡Detalles!

Mirven Thol levantó la vista hacia el cielo.

—Sea lo que sea este reto… siento que algo viejo está despertando en el bosque. Y no solo magia.

Dargan y los suyos, desde un balcón flotante, miraban cómo los demás se movilizaban.

—¿Y si vamos a ver cómo les va? —preguntó Erian.

—¿Solo a ver o a intervenir dramáticamente si hacen algo aburrido? —preguntó Sylha.

—Ambas —respondió Dargan, ya colgando de la baranda como si fuera una hamaca.

Desde la distancia, varios estudiantes con pancartas brillantes levantaban frases:

"¡La pareja explosiva ataca de nuevo!"

"¡Sylha + Dargan = fin del mundo, y nos encanta!"

"¡Ya cásense, por favor, son iguales!"

Ardyn, leyendo desde su libro, cerró la tapa y suspiró.

—No lo entiendo. Pero tampoco puedo negarlo. Hacen buen dúo.

—¡Ardyn! ¿Tú también? —exclamó Erian.

—Solo digo lo evidente.

Juno apareció desde abajo en una nube con forma de sofá.

—Al menos admitamos que somos la mejor comedia romántica de acción mágica del siglo.

Nella rodó los ojos.

—Eso es una categoría que claramente acabas de inventar.

—¿Y? Funciona.

Muy lejos, en una cámara de piedra encantada, Lyss Verhiel se inclinaba ante el encapuchado.

—Zevalen sigue creciendo. Ya no es solo un caos suelto. Empieza a entender las grietas del sistema.

—Entonces es hora de empujar las grietas… hasta que se abran.

La luz del Umbral volvió a parpadear.

Y la puerta… empezó a abrirse.

Fin del capítulo.