Capítulo 57 – “El visitante del umbral”

El silencio que dejó la grieta aún flotaba en el aire, espeso, tenso. La figura caída se incorporó con lentitud, sacudiéndose el polvo dimensional de la ropa. Era un joven alto, delgado, con vestimenta desgastada por el viaje mágico: una capa hecha jirones, hombreras de cuero arcano y una máscara de metal con runas apagadas que cubría solo la mitad de su rostro.

Su ojo visible brillaba con un tono ámbar profundo, como si dentro llevara brasas vivas.

—¿Quién eres? —preguntó Aerith Thaloren, su bastón ya brillando con runas activas.

El joven levantó las manos, sin hostilidad.

—Mi nombre es Kaelir Vanneth, soy un explorador de fisuras del plano de Elethis. Vengo a advertirles… algo se está filtrando. Y esta grieta… fue sólo un primer eco.

Los profesores se tensaron. El nombre Elethis no era común. Era uno de los planos mágicos que se habían cerrado hace siglos tras las antiguas guerras de quiebre.

—¿Qué quieres decir con “filtrando”? —preguntó el profesor Velmiar Tasse, ajustándose las gafas gruesas.

Kaelir miró a todos los estudiantes y, por un instante, su mirada se detuvo directamente en Dargan.

—Algo… está rompiendo las paredes entre planos. Hay una magia en esta academia, en esta época… que no debería existir todavía. Alguien o algo está acelerando lo inevitable. Y si no lo detenemos…

Giró la palma hacia la grieta recién cerrada. Una chispa negra quedó suspendida en el aire. Vibrante. Viva.

—Esto será sólo el principio.

Dargan alzó una ceja.

—A ver, ¿y por qué yo soy el que te llama la atención? ¿Tengo cara de grieta interdimensional o qué?

—No lo sé —respondió Kaelir con una sonrisa cansada—. Pero tu magia... no tiene origen. Ni huella. Es como si no pertenecieras a este plano.

Erian miró a Dargan, pálido.

—¿Estás diciendo que Dargan… es una anomalía?

—¡Ya lo sabíamos! —gritó Tessia desde el fondo—. ¡Pero eso era por su actitud!

Entre risas nerviosas, Aerith bajó su bastón.

—Kaelir Vanneth, por decisión temporal del Consejo de Maestros, se te concederá resguardo dentro de la Academia. Pero estarás bajo observación.

—Acepto. Necesito estudiar el entorno de esta fisura, y entender por qué ha elegido este lugar para manifestarse.

Velmira Soryn apareció entre humo de aceite encantado y chispas flotantes.

—¡Uuuh! ¿Un forastero plano-dimensional? ¡Qué emoción! Ya tengo preguntas… ¿te electrocutan en tu plano también?

Dargan cruzó los brazos y miró a Erian.

—Sabes que esto significa más clases raras, ¿no?

Erian suspiró.

—Y probablemente más exámenes sorpresa.

Kaelir se les quedó mirando… luego rió suavemente.

—Definitivamente estoy en el lugar correcto.

Y con esa frase, el día terminó. Pero las preguntas apenas comenzaban a flotar en el aire… como brasas mágicas listas para encender un incendio.