Capítulo 81 – “Simulacros del Caos”

Al día siguiente, los siete estaban listos.

El terreno del simulacro era una mezcla inquietante de plataformas giratorias, bosques flotantes y zonas de niebla ilusoria. Una voz resonó en el aire, proveniente del sistema de observadores mágicos:

“Inicio del simulacro. Objetivo: capturar el núcleo mágico del equipo enemigo. Entorno: inestable. Equipos asignados: Aleatorio.”

El caos comenzó al instante.

Dargan, Velira, Karla y Tessia fueron lanzados a una zona de terreno móvil, cubierto de ilusiones y trampas ilusorias.

Mientras tanto, Sylha, Ardyn y Nella aparecieron en un área de bosque oscuro con criaturas invocadas hostiles y trampas que cambiaban de lugar.

—¡Nos dividieron! —gritó Tessia, saltando sobre una roca flotante que casi se derrumba bajo sus pies.

—¿Y eso no era lo planeado? —preguntó Dargan con una sonrisa mientras lanzaba una ráfaga de hechizos que deformaban el entorno a su favor.

—¡Claro que era el plan! —gritó Velira, ya colocando runas bajo cada piedra. Karla volaba sobre ellos, usando su magia gravitacional para crear campos de presión que desbalanceaban las ilusiones.

Mientras tanto…

Sylha, con sus burbujas sombrías, abría camino entre los matorrales ilusorios. Nella protegía a todos con una barrera móvil, mientras Ardyn analizaba cada criatura enemiga para descifrar su punto débil.

—Si estas criaturas son invocadas con hechizos espejo, entonces... —Ardyn canalizó una técnica de desdoblamiento—. ¡Devuélvanselas!

—Con gusto —respondió Sylha, lanzando una burbuja que absorbió una criatura y la regresó reconfigurada contra los enemigos.

Del otro lado, Dargan atrapó el “núcleo mágico” enemigo (una esfera flotante), pero al tocarlo, una ilusión poderosa se activó.

—Esto no es un núcleo —murmuró—. ¡Es un detonador de confusión!

Y el escenario entero se invirtió de gravedad, cayendo todos hacia el cielo.

Karla maldijo. Velira activó un sello anclado. Tessia gritó de emoción.

Y Dargan... Dargan solo reía.

—¡Perfecto! ¡Esto es entrenamiento de verdad!

Finalmente, las dos mitades del equipo se reencontraron en el centro del entorno, donde una versión ilusoria del equipo de Vel Ardonis los esperaba.

—¿Ilusiones de nuestros enemigos reales? —preguntó Ardyn.

—No —respondió Lyss desde lejos—. Ilusiones de lo que más temen ver en combate. Ustedes mismos... potenciados y sin piedad.

El entrenamiento no era solo mágico. Era psicológico.

Y acababa de empezar.