Capítulo 83 – “Por un Punto y una Sonrisa”

La tensión en el coliseo mágico flotaba como electricidad no descargada. Ambos núcleos mágicos ardían en el centro de sus respectivos campos. Las plataformas temblaban. El aire brillaba con fragmentos de hechizos dispersos. Y los relojes mágicos descendían con lentitud despiadada:

“Tiempo restante: 0:00.”

Un silencio se extendió en los cielos encantados.

Y entonces...

—PRUEBA FINALIZADA. —anunció una voz grave, proyectada por los espejos mágicos—. Ambas academias han completado la totalidad del desafío. Iniciando recuento de puntuación...

Desde la torre central, Aerith Thaloren no movió ni un músculo, mientras observaba los indicadores flotantes: docenas de esferas mágicas giraban, cada una marcando una categoría.

Cooperación mágica... Estrategia de desplazamiento... Hechizos únicos... Dominio del terreno... Creatividad mágica... Daños colaterales...

Los números se acumulaban. Las runas evaluadoras giraban como estrellas atrapadas. Y entonces, una campana sutil sonó.

PUNTUACIÓN FINAL – PRUEBA 1: “Supervivencia de Espejo Estratégico”

Academia Real de Magia de Asteria: 921 puntos.

Academia de Vel Ardonis: 922 puntos.

Un murmullo recorrió las plataformas. Los espejos se rompieron en partículas suaves. Los campos comenzaron a apagarse.

Reacciones – Asteria

Dargan se quedó mirando la puntuación flotante, sudor en la frente, una chispa aún danzando en su chaqueta rasgada.

—...¿Un punto?

Velira se dejó caer sentada.

—Me niego. ¡Recuento mágico! ¡Hubo parcialidad! ¡Mis trampas merecían al menos dos puntos extra por estilo!

Erian, desde las gradas con el resto de estudiantes, se apretó las manos. Luego sonrió un poco. Orgullo mezclado con impotencia.

Ardyn simplemente se ajustó los guantes.

—Ya veo... Nos superaron en dominio del terreno. Debimos anticiparlo.

Sylha, todavía rodeada de una sombra perezosa, solo dijo:

—Nos van ganando... pero no celebran. Interesante.

Tessia bufó.

—¡¡POR UN PUNTOOOOO!! ¡¡ESO ES COMO PERDER POR UNA UÑA DE DRAGÓN EN UN CARRITO DE TRUENOS!!

Karla, de brazos cruzados:

—La diferencia no es real. Esto recién empieza.

Lyss Verhiel, que no había hablado aún, dijo en voz baja:

—Estudiaron mejor el campo. No fue suerte. Fue memoria.

Kaelir, desde una plataforma alta, simplemente observó en silencio. Pero sus ojos se fijaron un instante en la figura lejana de Kael Vharos, al otro lado. El ilusionista de Vel Ardonis. Frío. Imperturbable.

Reacciones – Vel Ardonis

Kael Vharos caminó entre las plataformas, sin mostrar orgullo, como si supiera que ese resultado era una expectativa.

—Cumplido. Primera ventaja asegurada.

Farah Zenn giró un espejo pequeño en su mano, en el cual se reflejaba la imagen de Sylha lanzando su magia.

—Interesante conjuro... pero no lo suficientemente pulido.

Syriel Vennar reía suavemente.

—¿Viste la cara de ese chico de fuego cuando vio el 921? Ay... ojalá hubiera podido robarle esa expresión.

Jarek Noul tronó los dedos. Una chispa de explosión se escapó de su palma.

—No me importa el puntaje, quiero una pelea real.

Rhell Asnod, mientras limpiaba sangre de una espada ilusoria, asintió:

—Esto fue solo un juego. Las verdaderas pruebas aún no han comenzado.

Lurn Vex, el niño de aspecto tierno y ojos muertos, miró al cielo.

—Uno de ellos tenía miedo... uno muy profundo. Ojalá me toque enfrentarlo pronto.

En la Sala de los Altos Jueces

Los jueces mágicos murmuraban entre sí. Uno de ellos, con una barba trenzada y ojos de amatista, anotaba en un grimorio volador.

—Ambas academias muestran nivel sobresaliente. Pero Vel Ardonis fue más precisa... como si ya hubieran entrenado en escenarios similares.

Aerith Thaloren permanecía inmóvil. Luego habló:

—No está perdido. Ellos reaccionaron. Se adaptaron. Lo vieron.

—¿Y la próxima prueba, directora?

Ella solo miró el cielo, donde las plataformas se deshacían en luz.

—La siguiente prueba no será tan... gentil.