—¿Lo están viendo bien? ¿Alguien puede verificar si ese orbe está funcionando o si simplemente el caos ha aprendido a caminar?
Lady Mireya Zevalen tomaba té con una expresión elegantemente neutra mientras observaba el orbe flotante que transmitía las pruebas desde la Academia Vel Ardonis.
A su lado, Lord Arvain Zevalen suspiraba profundamente, con las cejas más fruncidas que de costumbre.
—Va dos a cero, Mireya. Perdieron por un punto... y luego por una emboscada brutal. ¿No deberíamos, quizá, empezar a preocuparnos?
—¿Por Dargan? —respondió ella—. Sólo me preocuparía si empieza a actuar con madurez. Eso sí sería inquietante.
Celene Zevalen, sentada muy recta, mascaba una galleta sin romper su expresión seria.
—Al menos no ha explotado nada importante.
Leorn Zevalen, desde un sillón, alzó una ceja con media sonrisa.
—Todavía.
Edgar, el mayordomo, apareció con una bandeja.
—La tercera prueba ha iniciado. El orbe se estabilizó. Al parecer... este escenario tiene criaturas mágicas que responden al estado emocional de los magos.
—Oh —dijo Mireya con un brillo en los ojos—. Eso suena ideal para Dargan. Su estado emocional es un desfile.
—
En el Bosque de los Ecos Vivientes, donde se desarrolla la prueba…
Los siete de Asteria se encuentran reunidos en el centro de su base, rodeados por la torre encantada y los cuatro círculos defensivos. A diferencia de pruebas anteriores, esta vez no hay público cercano ni comunicación mágica. Solo el bosque, ellos... y lo que se esconde en las raíces.
—Primer círculo activado —anunció Nella, su voz clara mientras finalizaba el sigilo mental.
—Segundo sellado —dijo Karla, ajustando las frecuencias gravitacionales del círculo físico.
—Trampas listas. Ocultas, reversibles y con una sorpresa si las pisan —murmuró Velira, con una sonrisa peligrosa.
—Yo armé una ilusión para que parezca que tenemos una torre falsa más adelante —dijo Sylha, sentada en el aire, flotando con sombras suaves como alas.
Ardyn vigilaba los alrededores con mirada aguda.
Tessia vibraba de impaciencia.
Dargan, por su parte, sujetaba un extraño artefacto que parecía un caleidoscopio roto.
—¿Y eso? —preguntó Nella.
—Detector de ecos, versión improvisada... con posibilidades de explotar. Pero se ve bonito, ¿no?
Todos suspiraron.
—
Inicio oficial de la prueba.
La niebla mágica descendió. Todo cambió.
El terreno se distorsionó cada diez minutos. Árboles caminaban. Rocas hablaban. Y los “ecos ancestrales” eran entidades escurridizas que apenas se percibían.
Tessia corrió hacia el primer avistamiento. Encontró un eco elemental escondido dentro de una corriente de viento que sólo se manifestaba si se escuchaba en silencio total. Lo capturó al sostener la respiración, corriendo sin un solo sonido.
Velira y Sylha prepararon una emboscada con ilusiones oscuras y trampas escondidas. Capturaron un eco reflejo, que sólo aparecía cuando alguien se veía a sí mismo como era verdaderamente.
Dargan, por su parte, atrajo a un eco de risa antigua al provocarlo: empezó a lanzar comentarios absurdos al bosque hasta que el eco apareció riendo... y él lo atrapó en una botella encantada.
—¡¿Ves?! ¡El humor sí es magia! —gritó triunfante, antes de que el artefacto explotara un poco.
Karla, junto a Ardyn, rastreaba los movimientos del equipo enemigo. Descubrieron que Farah Zenn y Kael Vharos se habían infiltrado a través del plano ilusorio. Nella levantó barreras reactivas justo a tiempo.
En la base, dos de los círculos resistían ataques constantes. El círculo elemental casi cayó... pero Velira, usando una trampa inversa, hizo que una criatura mágica enemiga mordiera su propio equipo.
—
Minuto 47.
Faltando poco más de diez minutos, ambas academias estaban empatadas. Tres ecos capturados por Asteria, tres por Vel Ardonis. Un círculo enemigo destruido por cada lado.
Entonces Kael Vharos hizo su jugada: liberó un espejo ancestral que contenía un eco doble. Si se capturaba, valía dos puntos.
Sylha lo vio desde lejos.
—Dargan... ¿te animas?
—¿Yo? ¿Qué podría salir mal?
Spoiler: muchas cosas.
Pero saltó igual, con Tessia corriendo junto a él. Ambos se sumergieron en el espejo ancestral. Adentro, vieron versiones retorcidas de ellos mismos: Dargan serio, correcto. Tessia, sentada, sin moverse.
—Esto es más feo que mis calificaciones —murmuró Dargan.
—Ni lo digas —Tessia apretó los dientes—. ¡Agárralo!
Saltaron a la vez. Rompieron el espejo justo cuando el campo cambiaba por décima vez.
El eco fue capturado.
Explosión de luz.
—
Fin de la prueba.
Puntaje oficial:
Asteria: 6 puntos.
Vel Ardonis: 5 puntos.
—
Reacción en las gradas:
Los estudiantes de Asteria estallaron en gritos. Juno, entre ellos, empujó a un par de chicos para ver mejor.
—¡LO TENÍAN! ¡LO HICIERON!
Lyss, desde el balcón más alto, solo entrecerró los ojos con una ligera mueca que quizás era una sonrisa.
—
En la sala flotante de dirección, Elora miró a Aerith.
—Bien jugado.
—Lo dices como si te doliera —respondió Aerith, sonriente.
—Me duele. Pero lo respeto.
—
Fin del Capítulo 87