—¡Alto!
Todos detuvieron sus pasos y siguieron la mirada de Cao Xing hacia la estatua.
Al instante, una expresión de conmoción se extendió por sus rostros.
En ese momento, la estatua gradualmente cambió de blanco a negro.
Era como si hubiera desarrollado la piel de un demonio, con una gruesa capa de película aceitosa negra envolviendo la estatua, sobre la cual colgaban numerosas entrañas de animales ennegrecidas.
Un espeso líquido negro goteaba desde la estatua, manchando el suelo de negro.
Además, varios genitales de animales crecieron en el área del pecho de la estatua.
¡Esta escena era simplemente insoportable para todos los presentes!
—Pensar... que alguien haría tal cosa a la estatua de la Diosa Kemier, ¡qué profanación! —dijo Renice apretando los dientes con ira.
Sin embargo, antes de que Renice pudiera terminar su frase, la cabeza de la estatua se desprendió.
¡Boom!
La enorme cabeza de la estatua se estrelló contra el altar de abajo, produciendo un golpe sordo.