—Sígueme, y estos sueños se harán realidad uno por uno —resonó la voz firme de Cao Xing.
En ese momento, Hiluveya y Aili miraron al hombre frente a ellas, su Señor.
Sus ojos estaban llenos de emoción y un toque de admiración.
Porque sabían que Cao Xing decía la verdad.
¡Este hombre tenía la capacidad de ayudarlas a realizar sus sueños!
Las dos damas se inclinaron respetuosamente.
—¡En nombre de la naturaleza y el flujo del agua, te seguiremos con nuestras vidas!
Luego, recibieron las almas de las manos de Cao Xing.
[Debido a tus generosos regalos, la lealtad del miembro del territorio: Hiluveya ha aumentado. Lealtad actual: 98]
[Debido a tus generosos regalos, la lealtad del miembro del territorio: Aili ha aumentado. Lealtad actual: 99]
...
La buena voluntad de las dos chicas magas estaba casi en su punto máximo.
También sabían cómo usar las almas, absorbiéndolas directamente en sus cuerpos.
Después de un momento.