—¡Qué fuerte!
Frente a ese terrible puñetazo de Jun Muqing, el rostro de Mo Wangchen cambió drásticamente al instante. El ímpetu del golpe entrante hizo que su cuero cabelludo hormigueara y su cuerpo se tensara.
—¡Palma Xuanlong!
El poder espiritual surgió dentro de él, llevado a su límite, fluyendo incesantemente por su brazo hasta su palma. En un abrir y cerrar de ojos, Mo Wangchen desató un poderoso golpe de palma, su fuerza erupcionando como un volcán, derramándose.
¡Boom!
La explosión atronadora resonó, enviando el aire sobre la arena en un tumulto salvaje. La abrumadora presión se extendió en todas direcciones.
En este choque, Jun Muqing mantuvo una ventaja absoluta, enviando a Mo Wangchen volando con un solo puñetazo.
¡Pfft!
Después de estabilizarse, Mo Wangchen no pudo evitar escupir un bocado de sangre fresca; sus energías internas estaban en tumulto, y respiraba pesadamente.