—¿Cuerpo Divino, eh...?
La mirada de Mo Wangchen se estrechó ligeramente mientras observaba a Wu Lingfeng cargar hacia él envuelto en un tenue Resplandor Dorado, pareciendo una deidad. Su espíritu de lucha surgió dentro de él.
¡Whoosh!
Sin el más mínimo rastro de miedo en su rostro, Mo movió rápidamente su cuerpo, lanzándose para enfrentar a Wu Lingfeng de frente.
¡Bang!
Sus puños colisionaron, como si las montañas se derrumbaran, y el suelo tembló ligeramente. Después de un golpe, ambos hombres se vieron forzados a retroceder cinco o seis pasos, igualmente parejos en su enfrentamiento.
—¡Digno de ser el Cuerpo Divino contemporáneo, el Poder del Cuerpo es mucho mayor que el del Pequeño Rey Peng, Zhou Tong! —Los puños de Mo se apretaron con fuerza, su expresión ligeramente seria, pero el espíritu de lucha en sus ojos se volvió aún más intenso.