Al mismo tiempo, el joven de la Familia Zhou ya había llegado frente al carruaje de guerra.
Su rostro mostraba una fría burla mientras levantaba su mano a través del vacío. Al instante, la luz floreció y se transformó en una enorme hoja de batalla, como si fuera a partir el carruaje de guerra por la mitad.
¡Buzz!
De repente, justo cuando la hoja de batalla estaba a punto de golpear el carruaje de guerra, el espacio a su alrededor onduló ligeramente.
¡Crack!
En un instante, la hoja de batalla fue aplastada por alguna fuerza invisible y se convirtió en la nada, dispersándose en el aire.
—¡¿Quién?!
La expresión del joven de la Familia Zhou cambió drásticamente mientras miraba alrededor. La persona que podía neutralizar fácilmente su ataque debía tener un cultivo que había alcanzado al menos el Reino del Espíritu Primordial.
—Gente de la Familia Zhou, ¿son todos tan arrogantes como tú? —Una voz tenue se escuchó, y Mo Wangchen, con Yaoyao a su lado, salió de entre la multitud.