En ese momento, la multitud quedó en silencio, todo el lugar mortalmente quieto.
Era o un ascenso rápido o una caída en desgracia, y ahora, la respuesta había surgido.
¡Aunque Mo Wangchen había roto la maldición del Cuerpo Abandonado por el Cielo, aún no podía alcanzar el Nirvana!
—¡Vámonos!
Cinco seres poderosos del Clan Demoníaco no dudaron, cada uno precipitándose hacia la Puerta de Dominio, que se cerró al momento siguiente, como si nada hubiera ocurrido.
Mo Wangchen permaneció suspendido en el aire, flotando allí en silencio. Su túnica blanca manchada de sangre, su mirada fija en la dirección donde desapareció la Puerta de Dominio, su expresión sobrenaturalmente serena, aterradoramente serena.
...
Días después, las noticias se extendieron como una tormenta por toda la Tierra Beiming de que el Cuerpo de Rey Divino había fallado en atravesar al Reino del Nirvana.