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La segunda ronda de la gran competencia de la Secta Externa de la Secta de Olla de Jade, finalmente, concluyó.
Algunos estaban alegres mientras otros estaban tristes; los genios derrotados de la Secta Externa estaban inevitablemente abatidos, mientras que los rostros de los pocos que ganaron y avanzaron a la tercera ronda no estaban necesariamente mejor.
Especialmente aquellos que estaban a punto de enfrentarse a Feng Hang y Shen Xiao en la tercera ronda, sus corazones estaban verdaderamente en conflicto: «¿deberían admitir la derrota proactivamente o, por el bien del orgullo, subir al escenario y luchar algunos movimientos?»
Admitir la derrota voluntariamente sin duda proyectaría una falta de valor, pero luchar tontamente contra oponentes como Feng Hang y Shen Xiao, ambos despiadados y sin misericordia, sería imprudente.