¡Boom!
En este momento, el pie de Guo Tao ya había aterrizado sobre Xiao Ye, y una fuerza aterradora surgió como un tsunami.
—¡Cuerpo Dorado de Diez Mil Refinamientos, bloquéalo por mí! —Xiao Ye gritó en voz baja, su cuerpo emitió una luz dorada tan deslumbrante como el sol, formando un escudo protector dorado, defendiéndose contra la fuerza de Guo Tao.
Xiao Ye era como un pequeño bote en olas furiosas, constantemente en riesgo de volcarse.
¡Crack crack crack!
En unas pocas respiraciones, el escudo protector dorado formado por el Cuerpo Dorado de Diez Mil Refinamientos comenzó a mostrar pequeñas grietas, que se hicieron más grandes y luego estallaron.
La fuerza restante golpeó fuertemente a Xiao Ye, haciendo que el Sable de Llama volara de su mano, y cayó como un meteoro, creando un profundo pozo en el suelo.
—¡Xiao Ye!