—Xu Nian, no necesitas mirarme con esa mirada. En un momento, te enviaré abajo para acompañarla. ¿Qué te parece, estás asustado? Jaja, ruégame, y si estoy de buen humor, ¡quizás te deje un cadáver entero! —dijo Ouyang Tianlan con una mirada de furia y una risa fría.
Los ojos de Xu Nian estaban helados mientras miraba a Ouyang Tianlan. La intención asesina en su corazón había alcanzado su punto máximo y estaba a punto de estallar. En este momento, la cara burlona de Ouyang Tianlan poco a poco provocaba su corazón.
—¡Muere!
Xu Nian colgó el Colgante de Jade, aún caliente, en su pecho y luego escupió una sola palabra.
¡Una palabra pesada como diez mil jun!
En ese momento, toda la rabia de Xu Nian convergió en esa única palabra. Su cabello volaba salvajemente mientras el Gang Qi dentro de su cuerpo, como un trueno errante, estallaba violentamente.
Con un paso cubrió treinta pies, y en un abrir y cerrar de ojos, estaba frente a Ouyang Tianlan.