Xu Nian nunca imaginó que se encontraría con un poderoso del nivel Marqués aquí, y menos aún que sería una mujer de incomparable belleza.
La mujer parecía tener alrededor de treinta años, emanando un encanto maduro. Sus curvas perfectas y su porte orgulloso estimularon fuertemente el corazón de Xu Nian.
—Chico, mírate apenas manteniendo los ojos en sus órbitas. Eres solo una hormiga que apenas ha entrado en el nivel Marqués. ¿Cómo podrías compararte con esta emperadora? ¿Qué tal si te dejo ver mi belleza? —La risa traviesa del Emperador Ye Tian resonó en la mente de Xu Nian.
Xu Nian sonrió amargamente.
Sí, el Emperador Ye Tian era hermosa, trascendentalmente hermosa, pero su belleza se sentía irreal, algo para admirar desde lejos.
Sin embargo, la mujer de nivel Marqués frente a él parecía estar al alcance, como si pudiera tocarla si solo extendiera su mano.