En los siguientes tres días, Xu Nian siguió las instrucciones del Emperador Ye Tian y no hizo nada más que practicar el manejo del martillo.
Inicialmente, apenas podía levantar el martillo aprovechando tanto el Gang Qi como la Energía de Dragón, pero a medida que continuaba practicando, logró levantar el martillo solo con la circulación del Gang Qi, aunque con gran dificultad, y apenas podía balancearlo.
—¡Hah!
Los brazos de Xu Nian se hincharon con venas, los músculos enrollándose como dragones serpentinos, mientras balanceaba el martillo en sus manos hacia un trípode de cobre no muy lejos frente a él.
—¡Clang!
Un sonido retumbante como una campana sacudió los cielos cuando el enorme trípode de cobre de tres mil libras fue desplazado cinco metros, estrellándose contra la pared a su lado, haciendo que la pared temblara con grietas extendiéndose por todas partes.
Xu Nian, apoyándose en el martillo, jadeaba en busca de aire, pero su rostro estaba lleno de alegría.