Chen Tiansheng nunca pensó que volvería a ver a su abuelo algún día.
Al ver la figura gallarda y dominante, Chen Tiansheng sintió verdaderamente una emoción incomparable en su corazón.
En su memoria, solo tenía la imagen de su abuelo cuando era niño, y por alguna razón desconocida, su abuelo desapareció. Desde entonces, Chen Tiansheng nunca volvió a ver a su abuelo.
—Papá, estás llorando —dijo Chen Wudi al ver las lágrimas de Chen Tiansheng con una expresión sorprendida.
Chen Yao también miró a Chen Tiansheng con cara de sorpresa; era la primera vez que veían llorar a su padre.
—No, solo tengo algo de arena en el ojo. Por cierto, ¿cómo encontraron al Abuelo? —Chen Tiansheng ya había logrado ponerse de pie con el apoyo de Chen Yao.