Zhang Feng nunca había esperado esto.
El joven que había aparecido repentinamente ante él resultaría ser el Xu Nian que estaban buscando.
—Ja, ja, pensar que lo encontraría sin buscar, lo obtendría sin esfuerzo —Xu Nian, nunca imaginé que tendrías el valor de volver —Zhang Feng rió con ganas.
En su opinión, toda la Mansión de Batalla estaba ahora buscando a Xu Nian.
Xu Nian debería haber estado tan asustado que se habría escondido hace mucho tiempo.
Sin embargo, para su sorpresa, Xu Nian no solo no había huido sino que también había regresado a la ciudad del condado.
Los dos jóvenes lacayos también llevaban una sonrisa burlona en sus rostros.
A sus ojos, Xu Nian representaba diez millones de Monedas de Oro y el aprecio de la Familia Fang de la Capital Imperial.
Si pudieran matar a Xu Nian, no solo podrían ascender a la prominencia, sino que también podrían disfrutar de gloria y riqueza sin fin.