Xu Nian estaba lleno de dudas en su corazón.
Leng Cangfeng, sin embargo, sonrió sin decir una palabra.
—Nunca me habría imaginado que el Maestro de la Secta de Refinamiento de Artefactos podría ser alguien de la Familia Xu, y tampoco esperaba que Xu Nian, a quien la Familia Fang y la Familia Imperial han estado buscando, ¡seas tú, Maestro de la Secta! —continuó Leng Cangfeng a través de transmisión del alma.
—¿Qué es lo que realmente quieres? Habla claramente —transmitió fríamente Xu Nian.
Ya que su identidad había sido descubierta, no tenía sentido seguir ocultando nada.
Si Leng Cangfeng intentaba chantajearlo usando esto, estaría gravemente equivocado.
—Jaja, Maestro Xu, por favor calma tu ira, no tengo malas intenciones. No le diré a nadie tu identidad. Simplemente deseo ser tu amigo, pues es raro encontrar a alguien que pueda superar en astucia a las Cuatro Grandes Familias y a la Familia Imperial. Te admiro sinceramente —transmitió Leng Cangfeng.