El rugido retumbó como un trueno.
Hizo eco entre el cielo y la tierra.
La multitud a su alrededor quedó atónita.
Al principio, pensaron que Xu Nian podría no ser capaz de vencer a Zhou Tian después de que su fuerza estallara.
Pero para su sorpresa, Xu Nian aún dominaba brutalmente a Zhou Tian.
En la pelea, presionar la cabeza de alguien contra el suelo y aplastarla era una hazaña extremadamente difícil.
¿Sin mencionar crear un hoyo tan masivo y profundo?
Al ver el impactante cráter frente al salón, sintieron como si sus corazones estuvieran a punto de saltar.
Los estudiantes varones estaban aún más emocionados,
Tal método de lucha era simplemente un impacto demasiado fuerte para ellos.
Las estudiantes, una por una, se agarraban sus pesados corazones, sus ojos rebosantes de infatuación.
Estaban a punto de gritar:
—¡Xu Nian, quiero tener tus bebés!
Sin embargo, Xu Nian no prestó atención a las miradas asombradas de la multitud.