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—¿Su abuelo materno?
Aunque Xu Nian había sospechado durante mucho tiempo la identidad del anciano, todavía estaba muy sorprendido cuando lo escuchó decir esas palabras.
Había oído a Xu Xin mencionar que después de que su madre fue llevada de regreso a la familia, se suponía que debía ser castigada severamente según las reglas familiares, pero gracias a las súplicas de su abuelo, su madre se libró de mucho sufrimiento.
Y también fue gracias al cuidado de este abuelo que Xu Xin, una chica que debería haber sido rechazada por la Familia Xu, fue reconocida por la familia.
—Xu Nian presenta sus respetos al Abuelo.
Xu Nian habló respetuosamente y luego se inclinó ante el anciano.
Sin importar qué, el anciano había ayudado tanto a su madre, y él debía expresar su gratitud.
—Joven, ya que me llamas Abuelo, no hay necesidad de tales formalidades. Ayudé a tu madre porque ella es mi hija —dijo Xu Tianxu.
Su mirada hacia Xu Nian también estaba llena de aprobación.