El coleccionista y un caso de amor en el tiempo. La misión la ciudad amurallada del indoamericano.
Hace tiempo existió una ciudad que se expandía hacia el cielo, por no expandirse a los costados. Era una utopía.
Tanto Rebi, como yo estábamos trabajando demasiado, pero las misiones no paraban y las situaciones extrañas tampoco. Eso era notable.
La Ciudad de Buenos Aires, Argentina, siempre fue un hábitat interesante sobre todo cerca de la reserva, pero se dice que ha estado entrado y saliendo personas que aparecían y luego desaparecían. Era algo tan extraño que no lograra entender la explicación de Alonso. Fue una llamada repentina. Él, manifestó que vio un gran complejo. Pensábamos que era el edificio del elefante Blanco, pero es otra historia.
Hace muchos años, ocurrió una situación desarrollada en catástrofe. Fue la ciudad amurallada del indoamericano. ¿Ciudad amurallada? Si, ya entiendo a que te refieres. En la ciudad que desapareció de repente, y solo quedaron cimientos y construcciones vacías. Algo por el estilo. Ya sabes que nunca se encontraron las razones, solo que había escombros por doquier. Hoy en día en un parque de llanuras y pastos correspondientes a las tierras fiscales, pero hay algo muy inusual. ¿Qué quieres decir? Si si subes a la cúpula del indoamericano. Donde puedes ver la ciudad, pues ver el complejo de la mini ciudad allí. Eso es absurdo. ¡¡Compruébalo!! ¿No me harás ir hasta allí, por ello no? ¿Sabes que no es la mejor zona de requisas para investigar? ¡Willi!…Tú, eres el brujo de lo paranormal. No me fallas nunca. No es que quiera hacer mi trabajo, pero deberías pensar en tomar a alguien más para estos empréstitos de la agencia. Ya tendrás novedades especiales que te ayudarán. Eso me asusta, y lo sabes..¿No? Verifica la información del indoamericano, y luego te daré los detalles de la misión
Luego de ello, y como siempre cortó la llamada.
-Uf….. ¿O sea debo ir a un parador que hace las veces de mirador, solo para ver una ciudad que no existe? Alonso…me sacas de quicio
- ¿Escuché mirador? – Pregunta intrigada Rebi
Ahh—Me di un susto - ¿Qué haces aquí?
Estaba la puerta abierta, y entré. Te oí platicando con Alonso, y fui a la cocina a preparar café. Hice dos ¡Ji! Seguro que querías. ¡Ey! ¿No te enseñaron que no debes entrar en la casa ajena? ……. Mmmmm..Es mi lugar de trabajo – Pensó ella con el dedo tocándose la mejilla, mientras meditaba en ello. Tenía razón, no podía decirle nada. ¿Y por qué estaba abierta la puerta? Bueno a decir verdad, soy un investigador paranormal. No es para nada especial que los objetos inanimados tomen posesión por sí mismos. A pesar de todo me adelante a los hechos y acontecimientos señor Parker. Mientras conversaban de una supuesta ciudad amurallada, comencé a recopilar información de otros eventos interesantes. Según los recortes… .espera..espera..iremos por partes..Estamos hablando de una ciudad aparte de la ciudad de Buenos Aires. una suerte de enclave En efecto. Es muy similar a la ciudad de Kownloon, en Hong Kong. La misma luego del traspaso de las tierras a China por parte del Reino Unido se convirtió en un antro que estaba varado, sin nación. Allí se gestó todo la miseria del humano, narcotráfico, prostitución, juego ilegal, lo que sea. Y hoy en día es un parque, luego de que República demoliera todo en los ochenta. Bien….algo parecido se dice de la ciudad del indoamericano, solo que ésta un día se esfumó y solo quedaron cimientos y destrucción. Algunos conspiradores dicen que todos allí dentro murieron por un sismo que los tragó sin que nadie pudiera detectarlo. Y las pericias no supieron explicar O sí, y lo escondieron los entes gubernamentales para no causar conmoción y miedo. A decir verdad, no podría esgrimir una teoría valida de ello, solo sabemos que era una seudo-ciudad que tal vez fue parte de alguna leyenda. Pero lo intrigante es que nadie dice nada al respecto. Nunca se hicieron investigaciones de ello. ¿Cómo si no interesara aquella ciudad? Es que la información oficial dice que fue demolida, y es lo que todos pueden ver a simple vista si pasas con el vehículo por la autopista. – Expresa Rebi con ciertas dudas a los hechos que tanto intrigan. Iremos a verificar ¿En serio? – Se alegra ella ¿Si por qué? Es porqué…nunca me tienes en cuenta y esta vez dijiste iremos Es lo normal..somos un equipo. ¿Me preocupa el paradero de Lucius y Belle? Desde que llegamos no han dado noticias Sabes que ellos son dos nómades de su trabajo. Donde va Belle, va Lucius. Tengo un mensaje de ella, y es que estaban ocupados con otro asunto Debe ser el libro. – Ya había hablado de ello con él. El libro de Jaime ¿Cómo sabes? Mi will… eres fácil de leer ¿Estuviste preguntando? Eso también..¡Ji! ¡Ji! –
En otro contexto, Belle y Lucius había regresado del Baba, y Lev fue claro al respecto con el pacto que conformó Gunnes con los siameses. Básicamente, debía encontrar antes que su vida concluya a Jaime el creador de libro de terror que escapó de los Berthol, y mientras tanto como pago entregar las almas de los malhechores y pecados. Hablamos de criminales, torturadores, violadores, monstruos de la miseria. Corruptos y lo que lleve este mundo con cuestas. Y la razón no era la bondad de los siameses, sino que ellos, y toda baba se alimenta de la maldad que llevan estos seres inmundos que pagarán por ello. No era una tarea fácil, pero gracias a ello, Lucius tenía el poder definitivo de utilizar a los esbirros de aquellas abominaciones. Y en cambio Belle, sin que se diera cuenta y por causa efecto de un proyecto malogrado y con conciencia tenía en su interior el poder de una especie que dominaba en el reino.
¿Me preguntaba quién estaba en esas condiciones? La miré a Rebi unos momentos, su locura y cambios de estado mental a veces me descolocaban, pero prefería atribuirle la razón de su falta de cordura a su trabajo y los ataques de ansiedad que suelen ocurrirle.
De todas formas mi percepción sobre lo sobrenatural me explicaba con alguna manifestación que algo no estaba acorde a las reglas de la naturaleza con ella. Por el momento prefería tenerla como recluta y no dejarla sola. Algo me estaba diciendo que pronto me llevaría una sorpresa.
Belle y Lucius, luego del hecho de Baba, regresaron a la casa de Rebi, para dejar una nota. Iremos por la pista de Jaime a un pueblo a las afueras de Buenos Aires. Regresaremos en una semana y media. Atentamente Belle.
Iremos por la tarde al parque indoamericano. – Le prometí a Rebi en cuanto discutíamos sobre aquella leyenda. Era cerca del bajo Flores, en los dominios del papa Legva, o Lev para quienes tenemos el gusto de conocerlo. Aún debía revisar otros trabajos – No vendría mal un asistente - Me dije ¡¡Ey!! ¡Ya me tienes a mí! Tu estas a prueba. ¿Con todo lo que hecho? Consumé la mayoría de los asuntos. De ello no cabe duda alguna, señor coleccionista. Bien, . Necesito que mientras tanto antes de salir recopiles un poco de información. ¿Podría preguntar a Lev? No, no, mejor será ir por mi cuenta. No puedo recurrir a él siempre que tengo un asunto complicado y de extrema complejidad.
Rebi, se retiró, en cuanto me preparaba. Me dolía un poco el cuerpo. Al ir al baño, me vi a mi mismo con esa cicatriz en el cuello que he tenido desde la infancia en el bosque. La vieja me ha estado consumiendo desde ya hace mucho tiempo.
No es que no me interese en lo absoluto, ya tenía bastante conmigo mismo. Esa también es una de las razones por la que no quiero involucrar a Rebi. Aunque ella se emocione con cada aventura que vivimos, para mí es una forma más de encontrarme con los problemas del otro mundo que algún día pueden llevarte.
No quiero ser un sujeto que solo piensa en calamidades. La negatividad es la fuerza de la que se aprovechan aquellos espíritus y demonios. En mi cuerpo esta esa maldición de la vieja que prohíbe a otros acercarse a mí, era un punto a mi favor, no obstante era un precio como el que Lucius debe pagar a los siameses por enfrentarlos. Nunca me hubiera atrevido a ir a Baba, solo lo intenté una vez, por poco termino allí para siempre.
Fue unos de mis primeros trabajos. Debía encontrar un alma que estaba allí y hacerla pagar por sus pecados, pero era peor que estuviera ahí. Incluso me imploró para que la llevará, cuando los Berthol me descubrieron, dijeron que me dejarían libre, porque yo ya tenía mis propios problemas. Incluso temieron en acercarse a mí, como si algo en mi interior asustará a sus rostros deformados. Mantuvieron una distancia de unos metros y señalaron al hombre. Él se queda. Es nuestro. Levanté el dedo, queriendo exigir, sin embargo algo me lo impidió. Ya hay demasiados asuntos incompresibles y de dificulta extrema. No podemos meternos en más embrollos.
.No me dejes con ellos Lo siento.. tampoco te iría bien conmigo. una tortura u otra es la misma condición No sabes lo que ellos son.. Lo sé.. y por eso no puedo llevarte. – Dije y con una mano en un bolsillo, si la vuelta y regresé al otro mundo del cual soy parte.
Esa misma tarde partimos al indoamericano. Descendimos del taxi en unas cuadras cercanas.
Oigan! Por aquí es un poco peligroso – Nos advirtió el taxista, en cuanto observaba el marcador de tarifa para darnos el precio del viaje. No se preocupe. Tenemos todas las precauciones. – Expresó Rebi. Ella sí, que no poseía en su libreta de emociones la palabra pánico, o tal vez manejaba tan bien la situación que nadie se daría cuenta de ello. En mi caso era distinto. La ansiedad y los nervios de cada misión arrasaban mi interior y mis ojos enteramente rojos por una malformación de pigmentación en las retiras, se dilataban. Esa malformación me produjo innumerables situaciones externas. ¿Malas, o perjudiciales? Si, las personas se alejaban del niño maldito por la vieja y unos ojos rojos de mastín asesino.
Estamos iguales – Me dijo Lucius. Fue la primera vez que hablé con él y sus ojos oscuros – Hay que ignorar al mundo que no conoce de algo cuando es especial. – Creo que así fue que nos hicimos amigos.
Por lo pronto descendimos y el vehículo, salió de inmediato sin esperar el corte de semáforo.
¡Bien! Ya estamos aquí – Me dije .¿Es por allá? – Señala ella – ¿Veamos? – A lo lejos se encontraban unos vagos bebiendo y unas casas deterioradas. Era un barrio marginal – Y muy adentro la entrada a la torre. – Si, ¡aguarda por qué!...Eyy..Rebi!! ¿Dónde se supone que vas? A la torre…¿No dijiste que es por allá? .pero..no ves? ¿Mm? Hay unas personas Es peligroso No seas cobarde.. – Y me llevó de la mano como un nene pequeño.
Ibamos caminando y me detuve.
¡Aguarda! Will – Se cruza de brazos enojada, deja de ser tan cauteloso ¿Cauteloso? ¿Estamos ingresando a la boca de un lobo y me pides que deje de ser cauteloso? Deja de escupir idioteces ¿Idioteces? ¡¡GRR!! – Y me toma por la corbata enojada - ¿Idioteces? – Se enfadó de tal forma que no podía controlarla. Nunca la había visto de esa manera. EY…aquí hay que pagar para pasar – Se acercó uno de los hombres con cierta hostilidad. ¡¡Cierra la boca!! Si no quieres que te saque las entrañas.
El hombre se mantuvo quieto sin saber que decir.
¿Qué? ¿NO ESCUCHASTE? ¡¡Las entrañas dije!!¡¡O mejor tu cabeza!! Le pregunta agresivamente, mientras me zamarrea desde la corbata. - ¡Eh!…¡Estem!…¡Está bien..!
Seguía zamarreándome de manera molesta. En el despiste, el hombre retiraba a conversar con otros y nos miraban.
¡R-rebi..ya …p-puedes soltarme!..¡E-entendí! – Expresé apenas con mi rostro morado de la asfixia por apretar mi corbata .veo que comprendiste Vaya….no pensé que fuera tal de carácter.¿Dónde se quedó la ternura? ¿De verdad soy tierna? – Su rostro cambió como también su personalidad Claro que no – Dije secamente sin sentimiento de culpa .no podía esperar algo bueno de ti..y seguro que lo que ocurrió en Bariloche se esfumó.
Se refería al beso. No pude responder a ello.
Eso…. – Y me rasqué la cabeza - es como laa vegas..oíste la frase lo que ocurre en las vegas se queda allí? No ¿Pero que no ves películas? Claro que si…y no la escuché nunca Olvida lo que dije. De todas maneras.. ¿Esa te parece una buena respuesta? …gr..qué payaso
Rebi estaba en un modo de volcán con muchas emociones
Ey… - No sabía cómo expresarlo -No…tendrás.. Ni se te ocurra decirlo – Se sonrojó ella
Claramente era un problema de periodo.
UF!! …Vaya, será un día largo - Me dije mirando al cielo ¡¡Tonto!!
Fuimos a la entrada del parque
Por aquí debemos subir. ¿Y el ascensor? ¿El ascen…qué? - Expresé – tienes que dar gracias que existen escaleras. Es un lugar en ruinas que se generó en mil novecientos y pico Gracias por la explicación Will.. ya sé que es viejo…pero noo quiero subir – Relinchaba con todos sus caprichos de niña pequeña malcriada. Puedes quedarte abajo. ¿eh? Aquí es donde deberías decir..no te preocupes bella dama yo te llevare hasta el cielo – Ahhh que romántico – Se dice ella tocándose las mejillas, mientras la miraba frunciendo el ceño. No digas estupideces. Ahh perdone señor todo lo hago aplicadamente. A veces es bueno decirle un cumplido a una belleza – y modela con suspicacia. No veo ninguna aquí Wilito!! – y tomó un fierro apuntándome con un rostro maquiavélico y sus ojos entre cerrados – no me hagas cometer un crimen…!Ji! UGg!! ..eh! Perdón – hay que ir arriba – y escapé rápidamente de allí.
Con cada escalón se sentía el chirrido del óxido.
¿Will? ¿Qué? ¿Falta mucho? Treinta pisos Ufaaaa!!
A Los tres minutos.
¿Will? ¿Qué? ¿Falta mucho? – Con sus piernas gastadas se expresaba Treinta pisos Pero ya habíamos subido unos pisos. Si pero calculé mal. Eran treinta y tres. Ohhh ahhh…estoy harta – Expresó regañando y pateando el metal de las escaleras.
Luego de un buen tramo, estábamos en el balcón. U a gran punta como obelisco en el medio y alrededor toda la ciudad de Buenos aires.
Wow es fantástico ¿Deberás? – Sonreí por ello – siendo el punto más alto es esplendido ver todo. ¡Allá! ¡¡El rio de la plata!! ¡¡Es fantástico!!
La admiración de ver una gran ciudad y sus luces era un paisaje místico y a la vez grandioso. Las luces del atardecer se mesclaban con la sonrisa de Rebi que hasta podría escuchar algún tango de Astor Piazzolla. Era mágica de alguna manera.
Will la ciudad no está. Es tan anómalo como arcaico, me suponía ello. No hay más que ruinas. Al final son leyendas Es cierto. Pero valio la pena..¡ji! De eso no hay nuda.
Rebi continuó caminando por el balcón y subió a la escalera del obelisco que estaba en el centro.
Aquí es más alto…- Rebi se mantuvo firme al ver lo que sus ojos no podían describir – W-WIl…!Will! ¿Qué pasa? Otro paisaje
Ella seriamente asiente. Algo me decía que no estaba bien. Subí por las escaleras del obelisco. Ella está firme. Impoluta en su mirada
¿Qué ocurre? ¿Viste un ovni? – Dije en broma y ella extiende la mano y señala en una dirección. Al verlo no podía creerlo. ¡Válgame dios! ¡¡Es la mini ciudad de indoamericano!!
Un complejo gigante de luces internas y edificios que crecen hasta el cielo.
¿No lo puedo creer? – Expresé anonadado ¡Will!..¡Pues créelo! ¡Debemos llegar allí! Pero no hay nada. ¡Es de hecho que lo hay! ¿A qué te refieres? Observa – Señalé un punto ciego – ¿Dónde? Esa abertura oscura como circulo y allí una persona ¿Qué es eso? Una persona parada frente a ese circulo En efecto. Debemos dirigirnos a él ¿No veo el motivo? Algo me dice que sabe cómo entrar. Vamos de inmediato ¡¡Sí!! – Asiente ella
Corrimos directo al hombre que caminaba Desprevenido hacia el agujero. Un pasillo escondido. Como una grieta y allí penetró como si nada lo pudiera materialmente detener.
¿Qué acabar de suceder? – Se preguntó Rebi ¡¡Apúrate!! – Corrí rápidamente tomando la mano de ella – Debemos pasar –
Con un gran salto sobrepasamos aquel orificio para dar con otro pasillo. Una sombra de un hombre caminaba.
¡¡Allá!! - Señalé para Rebi. ¿Qué pasa Will? ¡¡Tu sígueme!! ¡¡Debemos ir con él!! ¿Pero por qué? No lo sé muy bien..sin embargo estoy seguro que es una clave.
Al pasar por otro corredor, desapareció inmediatamente sin rastro, ni huellas ocular visible. Tenía su rostro en mi mente. Tez blanca, con bigote. Sombrero. De eso estaba seguro. Un traje negro con corbata. Y pantalón oscuro y zapatos.
¡Mala suerte! Patee una lata de coca cola que estaba en el suelo. Will Por allá! – Señala un conjunto de colores ¿No puede ser? – Nos dijimos sorprendidos.
EL pasillo concluía con luces en cables y de repente un sin fin de comercios de comida y diversión. Personas que iban y venían.
.vengan a comer pastas..las mejores. ¡Carne asada! ¡Adivino su fututo! La mejor inmobiliaria
Muchos negocios de todo tipo. Personas riendo, otras llorando, otras bebiendo. Y demás.
Y al mirar hacia arriba un enorme complejos departamentos de estilo mono ambiente con rejas como balcones. Un gato caminando a un tejado y otro se le suma. La humedad y la nostalgia de paredes rotas o resquebrajadas. Un olor a frituras y el color de una luz amarillenta.
Una mini ciudad dentro de la misma ciudad.
¡¡Es increíble!! – Dijo Rebi que caminaba delante de mí. ¡Señora! – llamaba una niña – ¡Señora! ¿EP? ¿si? Se ve que hacen una linda pareja – Expresó sonriendo ¡Je! – gracias – y Rebi acarició en largo cabello marrón de la pequeña – vez la niña tiene razón. No te distraigas – Le ordené. Todo era muy extraño. ¿Puedo tomarles una fotografía? Son solo mil pesos . ¿Mil pesos? Si… - ¡¡Puedes tomarnos!! ¡Rebi! Will – Se enfadó ella – ¡No seas maleducado! No lo soy.. Cierra la boca. ¡¡Claro que puedes!!
La niña sacó su cámara fotográfica con rollo e imagen instantánea.
¡¡Por favor posen!!
Nos colocamos ambos y Rebi me abrazó sonriendo.
Sonría señor ¡¡Sonríe Willi!! – Se enoja Rebi. - ¡UFF!.. – Respiré hondo – ¿Qué más da? ¡Ahí está perfecto! Flash!! .
Rebi sacó dinero de su bolso y le pagó
.muchas gracias – expresó feliz – Adios ¡Adiós! Adiós ¿Salimos muy bien? – Comentó sobre la foto ¿Déjame ver?
Era una imagen particular, pero algo no estaba bien. Tuve entonces un flash mental. Ambos. Rebi y yo en la misma foto, pero detrás donde debería ser un paisaje de personas, comercios y luces, había solo ruinas y escombros de rocas y hormigón con fierros oxidados.
¿Will? ¿Te ocurre algo?
Ladee la cabeza.
Debemos encontrar a ese hombre ¿Por qué? Es una corazonada. Will y si regresamos por donde vinimos? ¿Tal vez salió de aquí? Esa es una probabilidad. Tienes razón pasamos por toda la muchedumbre de entre espacios y situaciones lúdicas de personas que distraían entre el alboroto y la sana diversión. Era como una fiesta de no acabar. Ya se estaba haciendo de noche y recorrimos la mayor parte de toda la entrada hasta llegar al punto exacto. Y ese fue el terrible problema que circundaba.
No había salida
Will ¿dónde está la entrada? Quisiera poder darte una respuesta. Tampoco lo sé. Se suponía que debía estar aquí.
Sorteamos los alrededores y no encontramos nada. Y luego fuimos a otro punto. Era como si la ciudad estuviera amurallada. No tenía salida alguna. ¿Cómo es posible?
Regresemos – Dije Si – Ella estaba preocupada. Era de entenderse. En minutos nos metimos en un lugar que siquiera es similar a una puerta dimensional. Si todo pertenece a este mundo. ¿ENTONCES QUÉ ES TODO ESTO?
Caminamos por varios negocios. Las personas continuaban su fiesta como un carnaval.
.¿Para salir de la ciudad? ¿Pero por que quieren salir, si aquí es pura diversión? Quédense! Es un pena, se perderán las festividades del indoamericano. ¿Quieren salir? Bueno, es derecho y desembocan en la panamericana Muchas gracias – cumplimentamos, pero no ocurría nada. A llegar estaba tapado como si no hubiera una salida. ¡¡Esto es muy extraño!!
Estuvimos horas buscando la salida.
No hay remedio – Dije – Debemos encontrar al hombre Will, pero entre tantas personas. No resta más opción que preguntar ¿Alguien debe conocerlo?
Regresamos a la zona céntrica y comenzamos el periplo de la búsqueda. Cada cual se ubicaba en su aquelarre fantástico. Apareció en el medio de la calle un grupo vestido de mimos que hacían su majestuosa obra de imitaciones sin decir una palabra. Le dí la información a Rebi.
Disculpe busco a un hombre tez blanca , bigote y traje negro –
Nadie sabía nada. Preguntamos a la niña. Y miró entre sus fotos y había como una suerte de imagen de alguien que destacaba por su opacidad
¿Podría ser?
Caminaba a un pasillo de una casa vetusta
Gracias pequeña – dijimos y nos fuimos
Pero al llegar allí, no encontramos nada, de nada.
Retornamos al centro. Los mimos continuaban sus gracias.
Uno se acercó a Rebi que estaba desconcertada. Y le hizo unas sonrisas con movimientos alternos.
¡je! – Gracias –
EL hombre proseguía su actuar y colocó cara de tristeza. Un rostro trágico de la comedia griega que daba miedo. ¿E hizo un gesto de que ocurría?
No, es nada..busco a alguien
EL mimo prosiguió con su destreza. Me acerqué y copié cada movimiento que realizaba. Un compañero de él se acercó e hicieron varias actuaciones.
Uno comenzó a imitarme
Ja! Ja! – Se reía Rebi. Y luego se acercó una mujer que la imitaba a ella. Impresionante – Dije.
Prosiguieron con otras personas.
Tengo una idea. Pídele una imitación determinada.
Comprendí lo que quería ella.
Imítame a un hombre con bigote y serio con traje y caminando derecho – Dije
EL mimo chistando, se rió y comenzó a moverse con tono aburrido y rígido. Y luego su semblante vacío y serio, amargaba y producía risas.
¿? – Rebi no comprendía
En un instante se colocó firmemente y caminó a un corredor muy particular sin personas que llegasen. Era un complejo estilo pasaje de ascensores que llevaban a los diferentes pisos entre paredes con grafitis políticos y arte urbano. Algunas plantas que crecían en las baldosas y puertas de rejas de fierros oxidados.
Nos miramos con Rebi asintiendo. Y fuimos por allí. El lugar era todo lo anormal posible de lo que se refería a la ciudad del indo. Hicimos varias cuadras de lo mismo. Y allí parado frente a un balcón de un primer piso esperaba un hombre. Con las manos en los bolsillos. Era bastante joven a lo que pudimos ver en la entrada.
Ese no es el hombre – Nos dijimos Déjame intentar algo – Expresé ¿Esta como esperando a alguien? Buenas noches
EL hombre volteó la mirada.
Buenas noches. Es un lugar muy solitario. Es mejor ello que el bullicio de las fiestas del indo. Sobre todo cuando ya no existen.
EL hombre permaneció serio.
El pasado es nostalgia. Cuando uno es parte de un lugar es muy difícil soltarlo. Se vuelve una piedra en el zapato. Es molesto. Pero uno lo quiere y lo desea. Así no podrá avanzar nunca. ¿Espera a alguien? Mi Amalia. Ya debe estar bajando.
EL ascensor se movía y al llegar a la planta baja sus puertas se abrieron y allí apareció una bella mujer con el cabello atado color negro y lentes.
¡Querido! Amalia – y se abrazaron. Comprendí que había algo diferente aquí.
Rebi se acercó a decirme unas palabras
¿Will? ¿Crees que sea un fantasma?
Me mantuve serio.
Él, no lo es. Pero - y tardé en responderle, pues la duda de mis discernimientos era una nebulosa fatídica …pero ella y las demás personas, no tengo manera de determinarlo ¿QUÉ? ¿Entonces? Debemos hablar con él.
Los veíamos a ambos felices.
¿Y ellos? Son Somos Rebi y Will y estamos de visita – Se adelantó ella. Y me quedé mirándola. ¿Quieren disfrutar de la ciudad? – Preguntó Amalia. Rebi me observó asintiendo y devolví el gesto. ¡Pues vamos! Es bueno conocer personas. El indo es muy famoso por sus festividades – Expresa Amalia, comentándole a Rebi que la escuchaba atentamente con toda la información que iba Es verdad. A mí me encanta de pequeña mi madre me llevaba a estos eventos de carnavales. Siempre fueron una atracción aquí y en la ciudad externa de Buenos Aires. ¿Tiene cierta magia supongo no lo cree así? Muy cierto – ella sonríe.
El hombre se atrasó un poco y me coloqué a su lado con las manos en los bolsillos.
El amor es muy fuerte a veces. Tal así que perdura en el tiempo y en la mente ¿No? ¿Estás aquí para detenerme? Solo quiero recopilar la información que me han dado. Perdón no me he presentado. Soy Adolfo Becker Mandela Mi nombre ya lo sabe William, William Parker. Coleccionista de objetos, abogado en mis tiempos libres. He oído de usted. Coleccionista del pasado, y …. – me miró fijamente – Del otro mundo. Los comentarios se expanden como el aire, parece. Dígame la verdad. Es lo único por lo que vale la pena esta conversación Seré sincero. Hay algunas desapariciones de personas que dicen haber entrado aquí . lo medios de comunicación privados de los vecinos y oriundos que hablan del folklore de la ciudad. Esas personas vinieron porque tienen los mismos problemas que tenemos muchos. ¿Cuál es el problema? Añoramos el pasado, y la nostalgia nos invade el corazón. Hoy como cada noche es un día especial en mi vida con Amalia. Le pediré casamiento. Y ella se pondrá feliz, y luego al otro día todo terminará Pero esta ciudad… ¡¡Sí!!..usted sabe bien..es un gran hombre. – Sonríe Alfonso. La ciudad no existe…hace años que no existe. Claro que no existe, pero si. Existe aquí - Y con el dedo índice de la mano izquierda se toca la cien de su cabeza. Eso no puede ser real. Puede si uno quiere. Ya sabe la ciudad de Buenos Aires, está repleta de seres increíbles y de situaciones maravillosas e inverosímiles. ¿O no señor coleccionista maldito? Usted también debe poseer sus secretos. Esa cicatriz en forma de flecha en el cuello no es una casualidad de la ciencia en la anatomía humana Eso podría ser el precio por meterme donde no me llaman ¡Je! ¡je! Es agradable tener una plática con una persona que ya ha pagado el precio de no ser un humano. ¿O tal vez que nunca lo fu? ¿No sé a qué se refiere? Pero no quiero desviarme del tema. Hay que parar esto. Muchos pueden venir aquí, y nunca más salir.
El niega rotundamente.
No, nadie desaparece. Los que se van son los que poseen los recuerdos conforme haya vivido aquí. Personas como yo que quieren una y otra vez revivir esos momentos ¿O sea? Todo está dentro de nuestra imaginación. ¿Crearon la ciudad con los recuerdos? Así es. Todas las personas que ve aquí ya no existen. Son solo recuerdos que vivo desde esa fiesta en los carnavales. Posiblemente otra persona viva otros recuerdos más extensos en los cuales permanece aquí para siempre y jamás se va ¿Y usted solo posee éste recuerdo? Lamentablemente es lo único que se guarda en el estante de mis memorias. Un problema en mi memoria solo me deja venir cada noche a verla a Amalia y pedirle matrimonio, y luego todo se desvanece para siempre. ¿Hay algo que pueda hacer por usted?
Niega.
Ya me queda poco tiempo, para que también sea parte de la historia del indoamericano. Es terrible. Quizás sean horas, días, meses…¿No lo sé? Es triste.. vivir solo del pasado. No se puede vivir un presente sin amor. Me quede atrapado en ella. Aunque me gustaría. Que esta fuera la última vez y ya poder reunirme. Si piensa que el suicidio es buena voluntad. Olvídelo. No quiero ser un pecador. Ya sabe lo que les ocurre aquellos que rompen las reglas. Si, entiendo.
Era un católico de ley, por lo que un mal pasó e iría al infierno.
Hagamos algo especial entonces. Vamos a divertirnos hasta el amanecer. – No sé para que dije esas palabras, tal vez sentí la necesidad de que aquel hombre tuviera el mejor de los momentos con su futura esposa. Gracias por su comprensión – Creo que será la última – Expresó mirando al techo del cielo nocturno entre cables y luces.
Esa noche pasamos riendo. Cenando y luego bailes entre festividades y aquelarres de vestimentas y juegos. Luego la pirotecnia y las espumas. Rebi reía y sonreía con Amalia divirtiéndose. Nosotros màs chapados a la antigua hablábamos de todo. La vida, los momentos. Una diferencia de edad nos sobrepasaba, pero aquí Alfonso era un joven. En sus recuerdos era un joven.
Y llegó el momento. Le pedí a Rebi que viniera conmigo
¡Will! ¿pasa algo? Dales un momento – Le guiñe un ojo Entiendo -¡Je! ¡Je! Son muy tiernos – manifestó con contento – La verdad la he pasado muy bien. Yo también – Die – Yo también –
Se estaba haciendo de día con un pequeño rayo de luz y una luna que no quería despedirse. Alfonso respiró hondo
Amalia – Si Alfonzo. – Expresó sonriendo Y-yo..B-bueno… Vamos ya lo has hecho – Me dije …… …… Y-yo.. y colocó una rodilla en el suelo y de su bolsillo sacó un estuche que abrió con un anillo – ¿Quieres casarte conmigo? – pregunta él. Ya, - Titubee - ya sabía la respuesta, pero siempre le costaba hablar y decirlo. Se ponía nervioso como si fuera la primera vez en cada noche, cada beso y cada abrazo con ella. Era volver a empezar. ¿Eh? Yo… - Claro que sí – Y se largó a llorar – ¡¡Claro que quiero!! Y quiero estar siempre contigo Gracias - Él, se levanta y la abraza – y le da un beso – Gracias por darme siempre esa felicidad. Si…y esta vez..Quiero que vengas conmigo – Expresó
Algo que generó impacto en Alfonzo. Algo que no estaba en su recuerdo y él sonrió.
De acuerdo. Nos iremos juntos esta vez.
El día se estaba aclarando y pronto todo retornaba a su sano juicio. Ellos se besaron una última vez y para siempre.
Parece que fue grato conocerlos – Expresa Alfonso. ¡Gracias Rebi por tan buenos momentos y a ti también William! – sonreía sin querer decir otras palabras que pudieran salir al exterior. - Al contrario – Expresó Rebi – ¡Yo!
Amalia se acercó a ella en los pocos segundos que quedaban y le dijo al oído
¡No lo dejes ir..! –Y luego me miró y sonrió y regresó a su lugar. Alfonso vino a mí y estrechamos manos. - Adiós coleccionista. Creo que el destino es sabio cuando se trata de ponernos a las personas indicadas para servirnos de guía. Quizás esperar significó eso. Que un día cualquiera en algún espacio y tiempo aparecieses. Lo que te pediré ¡¿Si?! – exprese un tanto apenado – No hagas lo que yo. No es bueno aferrarse al pasado. Debí hacer esto hace tiempo. Tal vez es como dijo. Necesitaba a alguien, o un pequeño empujón para salir al presente – Expresé – Bien dicho – Y regresó con Amalia –y se tomaron las manos mientras el día se presentaba.
Rebi, tomó mi mano fuertemente y lanzó a llorar. A mí, ¿Qué puedo decir? Unas lágrimas escaparon de las retinas sin pedir permiso. Eran necesarias.
El sol nos marcaba y ellos saludaron caminando por un sitio recóndito y desvaneciéndose como luces.
La ciudad hecha añicos, era solo vestigios de polvo que se levantaba con el viento. Días después apareció el cuerpo de un anciano. De unos casi 90 años, sonriendo en sus últimos suspiros. Espero demasiado aquel hombre. Alfonso había pagado la pena del recuerdo por la enfermedad que se llevó a Amalia, pero nunca lo olvido. Jamás se rindió. Nunca dejo que el tiempo se la llevara de sus brazos. Se prometieron amor eterno y que estarían juntos.
Terminé el informe en mi mente y de la mano me fui a mi compañera. Rebi, no lo sabía, y yo tampoco.
El indoamericano está perdido en recuerdos de escombros. Nuestra foto a pesar de ello se mantuvo intacta. Supongo que fue un regalo de Alfonso para nosotros dos. Tengo mucho en lo que pensar.