Jake mira a los presentes.
Jake: ¡Y bien! ¿Cuál es la primera oferta? (dice sonriendo mientras el cuerno del unicornio brilla bajo la tenue luz púrpura del escenario)
Un murmullo recorre a las criaturas presentes, algunos bajan la mirada, otros la alzan con codicia, ese cuerno no es solo una pieza mágica, es un artefacto prohibido, deseado y poderoso.
Una elfa de cabello plateado y vestimenta ceremonial alza la voz con frialdad.
Elfa: Diez Monedas de Alma Pura y una lágrima de luna.
Jake asiente con una sonrisa afilada.
Jake: Una oferta elegante... pero ¿alguien más desea tentar al destino?
Un orco de piel verde oscura, enorme, con cicatrices rituales en su pecho, se pone de pie con fuerza. Su voz retumba como un tambor de guerra.
Orco: ¡Cincuenta Monedas de Alma y un colmillo de dragón negro! Lo quiero para mi chamán.
Una figura encapuchada, esbelta, de piel roja y cuernos retorcidos, da un paso al frente. Su voz es dulce, pero cargada de veneno.
???: Sesenta Monedas de Alma,y una promesa de protección infernal, ningún demonio tocará tu alma... si me lo das a mí.
Jake levanta una ceja.
Jake: Tentadora oferta, pero ya tengo algunos problemas con los dioses, (con ironía) no quiero sumar uno del infierno... todavía.
Los presentes sueltan risas suaves, aunque tensas. En el aire hay una mezcla de deseo y peligro.
Desde una esquina, un reptiliano con túnicas rasgadas, ojos amarillos y voz sibilante, habla con lentitud.
Reptiliano: Setenta Monedas de Alma... y un mapa. Uno que lleva al cementerio de los guardianes elementales...del reino olvidado.
Jake lo mira fijamente. Por primera vez, su sonrisa titubea apenas.
Jake: Eso sí que me interesa... ¿alguien más?
Silencio.
Hasta que desde el fondo del recinto, una voz ronca y vieja, casi como un susurro entre huesos, dice:
???: Doy ochenta Monedas de Alma... y la cabeza de quien tú digas, subastador.
Todos voltean. La criatura que ha hablado es una sombra cubierta por un manto de plumas oscuras, con ojos carmesíes y un bastón tallado con cráneos. Un nigromante conocido por su magia prohibida.
Jake ríe con suavidad.
Jake: Muy generoso... aunque no me gusta que me compren con favores, solo objetos.
Se gira al público.
Jake: Última oportunidad, este cuerno es único, y quizás... el último que verán en mucho tiempo.
Los asistentes se miran unos a otros, sopesando, temiendo, finalmente, la elfa habla de nuevo.
Elfa: treinta Monedas de Alma Pura. Y un mapa hacia el nido de un fénix donde yace el huevo de este.
Silencio total.
Jake entrecierra los ojos. Mira el cuerno. Mira a la elfa.
Y sonríe.
Jake: ¡Vendido!
Un aplauso contenido estalla en el salón. La elfa se acerca con pasos elegantes, mientras sus guardaespaldas la escoltan. Jake desciende del escenario para entregarle personalmente el objeto.
Mientras lo hace, se ajusta los guantes con elegancia y dice en voz baja:
Jake: Siempre me gustaron las criaturas imposibles... aunque matarlas es mucho más rentable.
Y así, el cuerno del unicornio cambia de manos. Y la subasta... apenas ha comenzado.