Zenanicher

"Tengo dos almas en mi cuerpo, él es mi sombra, y yo soy su sol. Sin embargo, ambos acordamos protegerte de todos los peligros en este mundo, aunque nos cueste la vida"

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Ruby Barnette, una hombre lobo que nació muda, fue rechazada por el alfa después de que la Diosa de la Luna la anunciara como la Luna. Poco después, Ruby también fue expulsada por su familia porque era considerada una mancha que dañaba el nombre de la Familia Barnette.

Cuando Ruby estaba amenazada con quedarse sin hogar, el Rey licántropo del Reino de Veritas, Matthew Harelle, llegó a la puerta principal de la Mansión Barnette y le pidió a Ruby que fuera su pareja.

Matthew Harelle era conocido como el Rey licántropo violento y cruel. Se rumoreaba que podía matar a sus soldados en un arrebato. Algunos dicen que Matthew ha matado a sus padres. Debido a estos rumores, muchas mujeres preferirían morir antes que convertirse en la pareja de Matthew.

Sin embargo, Ruby aceptó voluntariamente la oferta de Matthew porque no tenía otro lugar donde vivir, y vivir como mendiga ponía en riesgo su vida. También estaba dispuesta a dar a luz a un heredero para Matthew siempre que Matthew curara a su madre demente.

Inesperadamente, resulta que había un secreto detrás de la personalidad de Matthew. El Rey licántropo, famoso por ser tan frío como el invierno, también tiene una personalidad que podría superar la calidez del sol.

Después de conocerlo mejor, la hombre lobo abandonada pronto descubriría que estaba enamorada del cruel licántropo.

¿Cuál fue la verdadera razón de Matthew para elegir a Ruby como su pareja?

¿Era posible que Ruby, quien siempre estuvo rodeada de desgracias, pudiera sentir el calor del amor del cruel Rey licántropo?

Me Convertí en la Pareja del Rey Licántropo

Este capítulo contiene una escena de sexo explícita. Por favor, lee bajo tu propia discreción.


—Mientras me des tu energía espiritual. Estaré bien —dijo Ruby caminó cada vez más cerca hasta que estuvo de pie frente a Matthew.


Su mano fría tocó la mejilla de Matthew, que estaba tan caliente como un horno. —Cálmate, Matthew.


Ruby no dio una orden, sino que intentó decirle a Matthew que estaría bien siempre y cuando Matthew pudiera calmar su corazón y mente.


El color de los sentimientos de Matthew, que anteriormente eran muy caóticos y superpuestos, gradualmente se desvaneció y se volvió blanco, una señal de que los sentimientos de Matthew comenzaban a calmarse.


—Ruby... por favor, ¿no puedes simplemente dejarme aquí solo? —Matthew cerró los ojos; se sentía frustrado consigo mismo, y de repente se llenó cada vez más de lujuria después de que Ruby lo tocara un poco.


¿Te has vuelto más grande?**