Matthew sintió como si le hubiera caído un rayo después de escuchar las palabras de Ruby. Su corazón estaba lleno de sorpresa, pero su mente deseaba que su esposa actuara aún más audazmente.
Ruby lentamente introdujo la virilidad de Matthew en su boca, envolviendo el duro objeto con la calidez de su boca.
El pene era tan largo y grande que hacía que el interior de la boca de Ruby se sintiera lleno.
Cuando Ruby comenzó a mover su cabeza, sintió un poco de incomodidad porque la punta de la virilidad de Matthew casi tocaba la garganta de Ruby, haciéndola ahogar varias veces.
Matthew, quien vio a Ruby teniendo dificultades para meter su virilidad en la pequeña boca de su esposa, finalmente intentó liberarse del hechizo de control mental de Ruby.
De hecho, liberarse de la magia de Ruby no era difícil para Matthew, así que Matthew quedó libre en poco tiempo.
Sostuvo el hombro de Ruby y dijo:
—No lo chupes más.