Ruby dejó escapar un profundo suspiro varias veces frente al espejo mientras examinaba cuidadosamente su apariencia y maquillaje, asegurándose de verse perfecta.
Su cabello dorado estaba recogido en un simple moño con trenzas adicionales alrededor, haciendo que la apariencia de Ruby fuera aún más hermosa y única. Su vestido azul claro estaba adornado con gemas blancas que brillaban cada vez que Ruby se paraba bajo la luz.
—Te ves hermosa, cariño —Matthew se paró detrás de Ruby. Sostuvo sus hombros y los acarició suavemente para calmar su corazón caótico—. Estoy seguro de que nadie se atreverá a menospreciarte en la corte.
Ruby esbozó una sonrisa y dijo:
—Estoy muy nerviosa, Matthew. Temo que el juicio no vaya bien.
Matthew bajó la cabeza, inhalando el aroma a melocotón que emanaba del cabello y la piel de Ruby. Susurró junto al oído de Ruby:
—Solo necesitas confiar en tu esposo. Nunca te decepcionaré.