Ruby sonrió y asintió. —Sí, soy feliz después de casarme con él.
La sonrisa en su rostro se desvaneció lentamente mientras miraba el bastón que Oscar estaba usando para apoyar su cuerpo. —Debes haber sufrido mucho estos últimos años. Desearía haber estado a tu lado cuando intentabas sobrevivir.
—Todo mi sufrimiento ya ha desaparecido después de verte —Oscar acarició suavemente su cabeza—. Ruby, gracias por sobrevivir.
Las lágrimas de Ruby brotaron nuevamente. Había sobrevivido con tanto esfuerzo durante tantos años. Estaría mintiendo si dijera que nunca pensó en quitarse la vida, pero siempre trató de sobrevivir porque estaba segura de que Oscar la odiaría si se rendía.
Cuando escuchó las sinceras palabras de Oscar, Ruby sintió que todas sus luchas no habían sido en vano. Todo el dolor que había recibido mientras vivía en la Mansión Barnette no podía compararse con su felicidad cuando se encontró con Oscar nuevamente.