Las Esperanzas de los Pescadores

Hace unas semanas, Edgar se enfrentó a una situación de vida o muerte. Estaba atrapado en medio de un océano lleno de feroces bestias demoníacas.

Otras personas no podrían sentirlo, pero Edgar podía sentir las vibraciones bajo sus pies, una señal de que docenas de bestias demoníacas nadaban bajo el barco. Estaban esperando a que su presa se desesperara y saltara al océano.

—Vamos a morir —un pescador estaba de pie en la cubierta del barco. Su mirada parecía vacía, y se veía muy desesperado.

Era solo un humano ordinario que no podía luchar contra las bestias demoníacas, así que prefería saltar al océano que esperar su muerte.

Sin embargo, antes de que saltara del barco, Edgar lo sujetó del brazo y dijo:

—Todavía tenemos una oportunidad de vivir.

Sus palabras sonaban como un disparate, pero Edgar nunca mentía. Aunque no tenía ninguna conexión con esos humanos, aún no podía dejarlos morir sin hacer algo.