Rasgo Pervertido

—Nghhhh... ¡ah! —Ruby chilló sorprendida cuando Matthew insertó tres dedos en su agujero de una vez.

Aun así, esos dedos no podían compararse con su hombría que podía llenar sus paredes internas. Ruby movió sus caderas como si quisiera provocar a Matthew para que moviera sus dedos más rápido.

—¿Por qué estás siendo tan traviesa hoy, cariño? —provocó Matthew.

Las mejillas de Ruby se sonrojaron cuando escuchó eso. No entendía por qué quería provocar a su esposo cuando normalmente actuaba sumisa y esperaba a que Matthew tocara su cuerpo.

—Tal vez tengo tu rasgo también después de que fusionamos nuestras almas —adivinó Ruby.

—¿Qué rasgo?

—Pervertido.

Matthew se rió. Retiró sus dedos y besó los labios rojos de Ruby en su lugar. El beso estaba lleno de pasión y dulzura, arrullándola con las feromonas de Matthew.