Traicionado por la Sangre~
La puerta se cerró de golpe detrás de Cain con una fuerza que hizo temblar el marco. Sus ojos verdes se oscurecieron con la ira que corría por sus venas. Su mandíbula se tensó tanto que le provocó un agudo dolor en el cráneo. Las palabras de Xander resonaban en su mente como una maldición, implacables.
—Fuera —gruñó, con voz baja.
Las criadas, que habían estado preparando el baño, se quedaron paralizadas. Una de ellas dudó ligeramente, a punto de soltar la toalla que tenía en las manos.
—¡Dije FUERA! —rugió Cain, la pura fuerza de su voz hizo que la mujer dejara caer las toallas antes de correr hacia la puerta. Las otras la siguieron, con pasos apresurados y frenéticos. La última ni siquiera se atrevió a mirar atrás mientras cerraba la puerta.