Traicionado por la Sangre~
—¿A dónde crees que vas? —la voz de la jefa de las doncellas detiene a Avery en seco. Se dio la vuelta lentamente para ver a la mujer mirándola duramente, con los brazos cruzados sobre el pecho y las cejas arqueadas.
—Umm... iba a mi habitación —respondió Avery.
—¿Tu habitación? ¡Has estado desaparecida medio día! Dejaste el cubo y los cuchillos afuera, dejaste el tanque lleno y te fuiste durante medio día, ¿y ahora te diriges a tu habitación? ¡¿Te estás burlando de mí, Avery?! —la mujer estalló enfadada.
—No, yo solo...
—¡No, nada! Mueve tus piernas y ve a hacer tus deberes. Servirás en el festín esta noche ya que claramente te tomaste un descanso durante el día —espetó.
Avery resistió el impulso de patear el suelo y quejarse en voz alta. No solo estaba cansada, también estaba débil después del agotador día que había tenido. Todo lo que quería hacer era acurrucarse y dormir, pero ni siquiera eso era posible.