Capítulo 154

Traicionado por la Sangre

Los dos cabalgaron un rato en sus caballos y pronto se detuvieron. Ahora caminaban, con el silencioso crujido de la grava bajo sus botas mientras Cain y Alaric avanzaban.

Cain mantuvo sus pasos medidos, su expresión impasible, pero sabía que debía haber algo más detrás de la visita de Alaric. No podía ser todo sobre Silvermoon. El hombre no había mencionado nada al respecto desde que Cain le dijo que no pidió su permiso. Sabía que Alaric no era un hombre que viniera sin razón.

Alaric caminaba a su lado, con las manos entrelazadas detrás de la espalda, su mirada recorriendo los paisajes de Vaheeran como si los estuviera grabando en su memoria. Su silencio era deliberado, del tipo que ponía inquietos a los hombres. Pero Cain no era como la mayoría. Dejó que el silencio se extendiera, esperando.

Finalmente, Alaric habló:

—Has encontrado a tu pareja.