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—¿Qué está pasando? —grité al micrófono, pero nadie me prestó atención ya que todos los ojos estaban ahora en el lugar del alboroto.
Inconscientemente, miré a Phoebe, quien parecía tan confundida como yo, tratando de vislumbrar lo que estaba ocurriendo.
Pero antes de que pudiera hacer algo, Negan se apresuró hacia ella y colocó un brazo alrededor de su hombro, intentando alejarla del caos que se desataba.
Mis puños se cerraron ante la escena.
—¡Señor! —una voz femenina que reconocí instantáneamente como la de mi asistente llamó repentinamente desde el público.
Lyra subió las escaleras, llegando a mi posición con algunos hombres de mi escolta.
—¿Qué significa esto, Lyra? —espeté, con los dientes apretados por la frustración.
La gente huía de sus asientos, tratando de ver qué sucedía o intentando llegar a la salida.
De repente, otro grito estridente resonó por la sala, haciendo que mi corazón se hundiera.