Mi corazón palpitaba fuertemente contra mi caja torácica debido a la descarga de adrenalina mientras me incorporaba sobre la hierba, contemplando la escena sangrienta frente a nosotros.
En el banco donde Phoebe y yo habíamos estado sentados yacía el cuerpo sin vida de una joven.
Y no era cualquier 'joven' tampoco.
—¡Ahhhh! —Phoebe dejó escapar de repente un grito agudo, llevándose las manos a la boca mientras intentaba controlarse.
Sus ojos destellaron con terror cuando obtuvo una visión más clara de la chica en el banco.
Miranda... Su criada.
—¡Señor! —En ese momento, Lyra corrió hacia nosotros con algunos guardias vestidos de traje negro.
Rodearon el lugar, ayudándonos a Phoebe y a mí a levantarnos mientras buscaban alrededor para ver si el culpable aún estaba merodeando.
Sin embargo, después de que los guardias me ayudaron a levantarme, aparté sus manos, caminando hacia el cadáver con el ceño fruncido.