_Beso Misericordioso De Muerte

Cuando entré en la mansión, caminando por el gran vestíbulo de la sala de estar, vi a Catalina sentada en la mesa del comedor.

Parecía angustiada por algo, haciendo una llamada en un tono bajo.

Curioso, me detuve en seco y aproveché mi audición mejorada de lobo para escuchar lo que estaba diciendo.

—No, te estoy diciendo que tu veneno no funcionó —le espetó a la persona al otro lado, pareciendo furiosa.

Tamborileaba con los dedos sobre la mesa ansiosamente mientras hablaba con la misteriosa persona al otro lado del teléfono.

No podía captar exactamente lo que la otra persona estaba diciendo, pero podía adivinar que era la bruja que había preparado el veneno de la noche anterior.

—Debería reunirme con ellos alguna vez. Un veneno como ese podría ser útil uno de estos días —murmuré para mí mismo mientras decidía continuar caminando hacia el comedor.

Mientras tanto, Catalina seguía intercambiando palabras con la bruja.