HeeSha_TA

[ADVERTENCIA: CONTENIDO PARA ADULTOS, TEMAS OSCUROS]

"Te ataré a la cama y te follaré como a una pequeña zorra sucia. Nuestros cuerpos se encontrarán entre perfumes y sudor hasta que estés suplicando piedad de mí... tu gran y malo señor Alfa follable." Juró y mi rostro ardió de humillación.


¿No era risible que no estuviera humillada por sus palabras, sino por los pensamientos que persistían en el fondo de mi mente?


Quería cada parte de ello. El sexo salvaje y loco, el vínculo tóxico... de alguna manera, el sonido de todo eso encendía mi alma. Lo quería todo.
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Phoebe Skywalker es una humilde sirvienta en la mansión del prestigioso Alfa de Luna Azul. Cuando es elegida como el Elegido de la Luna, destinada a emparejarse con el Alfa, nadie esperaba este tabú, ya que solo a las élites se les permitía convertirse en Luna.

Incapaz de tolerar esta humillación, el arrogante Alfa la rechaza. Pero el Consejo Alfa interviene, obligándolo a emparejarse con la improbable elegida.

Phoebe se convierte en la Luna de la manada, pero el Alfa Kaene nunca abriría su corazón a ella... o eso pensaba. Cuando intenta intimidarla, prometiéndole interminables noches de amor despiadado, Kaene no espera el lado combativo de Phoebe que pronto descubrirá.

La Luna tabú sorprende a todos, no solo brillando al conquistar enemigos sino también al robar el corazón del estoico Alfa Kaene.

El Ascenso de la Luna Rechazada

Después de matar a Elsa y a su padre, Rowland y yo nos deshicimos de los cuerpos.


Nos aseguramos de no dejar rastro esa noche antes de regresar a la manada, sin esperar las impactantes noticias que nos aguardaban.


El bastardo de alguna manera logró sobrevivir a ser apuñalado por una daga de plata y ser envenenado con matalobos.


Lo peor de todo fueron las tonterías que seguía escuchando de Phoebe durante los tres días que él estuvo en cama.


Después, fue la estúpida reunión que Kaene convocó entre él y el resto de nosotros, los miembros del consejo Alfa.


Al parecer, estaban tramando un plan para descubrir la otra 'amenaza' dentro de la manada. Es decir, yo.


Pensaba en todo esto en la tarde del tercer día desde el intento fallido de Elsa de matar al Alfa, parado en el balcón de mi residencia privada mientras miraba el cielo nocturno.


_Ella ha nublado su mente