La Batalla

El aire en los campos de entrenamiento estaba cargado de energía inquieta. Los guerreros rugían de emoción y sus rostros mostraban determinación.

Kaene continuó, su voz retumbaba con autoridad y dominio.

—Los cazadores están escondidos en el bosque, justo más allá de las fronteras de la manada. Nos moveremos en grupos, nadie lucha solo.

No entendía cómo sabía dónde se escondían, pero dejé de lado ese pensamiento. Todo lo que importaba era deshacernos de los cazadores.

Los guerreros escuchaban atentamente, asintiendo en señal de comprensión mientras él continuaba.

—Estaremos en cuatro equipos. Alan, Elías, Licántropo Davos y yo lideraremos cada equipo —procedió a dividir a los guerreros presentes en cuatro equipos.

Me quedé de pie con impaciencia mientras lo observaba dividirlos. Honestamente, no teníamos tiempo.

Los cazadores podrían llegar en cualquier momento. Estaba ansiosa.