Capítulo 1 – El Rechazado del Sistema

“Todos los seleccionados, acérquense al núcleo.”

La voz del instructor resonó por el domo de evaluación, tensa y ceremonial. Más de cien jóvenes de diecinueve años se alineaban frente a una esfera flotante, esperando que el Sistema Global les otorgara su clase, habilidad y camino hacia la grandeza.

Uno a uno, daban un paso.

—Clase: Espadachín Élite.

—Clase: Invocador Carmesí.

—Clase: Mago de Hielo Avanzado.

Luz, notificaciones HUD, gritos de emoción.

Hasta que llegó su turno.

Rill Hwan.

Cabello negro, ojos apagados, postura tranquila pero con los puños apretados. Dio un paso al frente, tocó el núcleo con la palma izquierda… y esperó.

Nada.

Silencio.

Una línea en rojo flotó en el aire para todos:

[Error del Sistema: Candidato No Compatible – Clasificación: Rechazado]

Risas nerviosas. Miradas de pena. Murmullos.

—¿Qué clase de bug es ese?

—¿Ni siquiera una habilidad básica?

—Debe ser basura oculta en el sistema…

El instructor evitó su mirada. Ni siquiera supo qué decir.

Ese día, mientras todos celebraban sus nuevos poderes, Rill caminó solo por las calles frías de Gyeongjin. Humillado. Roto. Invisible.

Hasta que la vio.

Una puerta.

Al final de un callejón desierto, erguida entre la niebla como si siempre hubiera estado ahí. Cubierta de cadenas, con símbolos que brillaban con fuego tenue.

Y una voz.

"Rill Hwan... ¿aceptas tu juicio?"

Su corazón se detuvo. Era la primera vez que el sistema le hablaba.

Sin pensar, extendió su mano izquierda.

Las cadenas estallaron. La puerta se abrió con un rugido antiguo.

En su interior, una llama azul intensa con destellos dorados flotaba en el aire, viva… y esperándolo.

Cuando la tocó, el fuego lo devoró.

El dolor fue absoluto. Gritó mientras su piel ardía, su alma era rasgada y su cuerpo caía de rodillas. Su cabello se volvió blanco en un instante, con un mechón rojo oscuro que ardía como si fuese parte del fuego mismo.

Y entonces apareció la notificación:

[Sistema de Juicio Activado]

“No recibirás poder. Tú decidirás quién merece el suyo.”

Rill se levantó.

Las llamas envolvieron su brazo izquierdo, brillando como juicio divino.

—Entonces... que comience el veredicto.

[Continuará…]