Desperté en otro mundo con mi uniforme escolar… y una resaca mágica

El cielo era demasiado azul. Ese tipo de azul que parece editado con Photoshop en modo “exagerado”. El sol brillaba con una intensidad sospechosa. Las nubes parecían de algodón real y... yo estaba tirado en medio de un campo de flores gigantes que olían a chicle.

—¿Dónde… estoy?

Me senté, rascándome la cabeza. Seguía con mi uniforme escolar, el mismo que usaba cuando salí corriendo de casa esta mañana porque casi perdía el bus. Sólo que… no recordaba haber llegado a este lugar.

Y entonces, apareció.

¡PING!

Una pantalla flotante azul salió de la nada frente a mi cara, como si alguien hubiera tirado un celular transparente al aire.

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> [BIENVENIDO, INVOCADO #7.938.422]

¡Felicidades! Has sido transportado a un Isekai.

Tu misión: Cumplir 100 tareas para poder volver a casa.

Misión actual:

1. Despertar en otro mundo con ropa escolar. (COMPLETADA)

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—¿Esto es una broma? ¿Una cámara escondida? ¿Un sueño febril causado por ese ramen vencido?

La pantalla parpadeó como si me hubiera ofendido.

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> Siguiente objetivo:

2. Descubrir que tienes una pantalla flotante que te habla. (¡Sorpresa! También completada.)

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—¡¿Qué rayos está pasando aquí?!

—No grites tanto, humano. Vas a espantar a las abejas asesinas.

La voz provenía de un pequeño... ¿gato? No. Era una criatura parecida a un gato con alas de murciélago y gafas redondas. Volaba como si estuviera aburrido de la física.

—¿Eres… mi guía mágico?

—No, soy tu consejero emocional y narrador secundario. Me llamo Puff. También soy el que te dará las misiones. Te tocó conmigo. Mala suerte.

—¿Mala suerte?

—Sí. Otro invocado consiguió a una diosa con armadura plateada. Tú me tienes a mí. Puff.

—…Excelente.

Me puse de pie, sacudiendo el polvo y notando que mi mochila también había sido invocada. Al abrirla encontré: un cuaderno, una botella de agua, una caja de lápices, y… una bolsa de papas sabor a wasabi. Súper útil para sobrevivir en un mundo desconocido.

—¿Dónde estoy exactamente?

—Bienvenido a Fanterra, tierra de magia, monstruos y clichés. Prepárate para sufrir, reír, hacer amigos, enemigos, enamorarte de una princesa, romper maldiciones y, con suerte, no morir antes de llegar a la misión número 10.

—¿Y si no quiero cumplir ninguna misión?

—Entonces te quedarás aquí para siempre.

—…

—Aunque la buena noticia es que la misión número 8 es “Derrotar a un rey demonio usando solo palabras”. Así que al menos tendrás oportunidad de practicar tus discursos motivacionales.

Suspiré. Mi nombre es Kazuki Yamada. Tengo 17 años. Soy normal… o lo era.

Y ahora, estoy atrapado en otro mundo con una lista de 100 cosas que tengo que hacer antes de poder volver a casa.

¿Mi meta? Sobrevivir. Y no morir por una abeja asesina antes de terminar siquiera la misión 3.