Día 9: La calma antes del torneo… o algo parecido
—¡Kazuki, noticias urgentes! —gritó Puff, volando en círculos como una paloma con deuda de apuestas.
—¿Se volvió a incendiar el spa?
—No. ¡Pero sí!
—¿Cómo que “pero sí”?
—¡Eso no importa! ¡Nos han inscrito en un torneo regional de ciudades reconocidas!
—...¿Y quién nos inscribió?
Puff desvió la mirada y silbó, lo cual es extraño para un gato.
—Dijiste que querías más visitantes… y también dijiste “¿qué es lo peor que puede pasar?”
—Yo lo dije de forma retórica, Puff. Retórica.
—
Día 9, aún más caos: Preparativos
El torneo era en dos días. El evento prometía desafíos de magia, combate amistoso, y el infame "Desfile de los Fundadores", donde los líderes debían desfilar… disfrazados.
—¿Por qué disfrazados?
—Para mostrar creatividad, humildad y espíritu comunitario, según el folleto —dijo el enano mientras me medía para un vestido de princesa.
—Eso suena a trampa.
—Y lo es. Pero si ganamos, obtendremos un [Puesto Permanente en el Gremio de Ciudades Caóticas].
—¿Eso es… bueno?
—Depende. ¿Te gustan las fiestas, las maldiciones, y que los impuestos lleguen en forma de acertijos?
—Estoy dentro.
—
Día 9, media tarde: El ítem maldito
Mientras buscábamos atuendos para el desfile, Puff encontró una caja misteriosa bajo la Torre Inútil.
—¡Kazuki! ¡Encontré esto detrás del manual de “Cómo construir una torre sin planos”!
La caja estaba sellada con cinta que susurraba en latín antiguo y decía: “No abrir. Jamás. Nunca. En serio.”
Obviamente la abrimos.
En su interior: una máscara con forma de pato. Brillaba tenuemente. El enano la tocó… y quedó poseído.
—Soy… Patorum, el destructor de puertas —dijo con voz grave.
Acto seguido, destruyó seis puertas, una cerca y una tostadora mágica.
—Creo que tenemos un nuevo compañero —dije.
Puff se cubrió los ojos.
—¿Podemos ponerle correa?
—
Día 9, anochecer: El ensayo general
—¡Tú vas de princesa hechicera! —gritó el enano/Patorum, arrojándome un vestido brillante y una corona que parecía robada de un carnaval.
—Esto no puede empeorar.
En ese momento, Puff emergió disfrazado de dragón… de peluche.
—¡Ahora somos oficialmente adorables! —declaró.
La notificación flotó frente a mí:
> Misión de los 100: “Gana un torneo… disfrazado de mujer” ha sido activada.
Condición adicional: Hazlo sin revelar tu identidad verdadera.
Suspiré. Me puse el vestido.
—Kazuki… ¿estás bien? —preguntó Puff.
—Si alguien pregunta… mi nombre es Lady Kazuella von Brillante Sparkle. Vamos a ganar.
—
Día 9, final: Un nuevo amanecer lleno de caos
Entre la máscara maldita, el desfile de ciudades, el torneo de habilidades, y el gato con garras de jazz… Villa Locura se preparaba para su mayor desafío.
Y en una colina cercana, una figura encapuchada observaba con una sonrisa.
—Así que el Elegido del Caos ya ha empezado su desfile.
—
Continuará en el Capítulo 10: “Lady Kazuella brilla, Puff improvisa… ¡y la máscara quiere un sindicato!”