—Suplico al Rey Alfa y a la Reina Luna que perdonen a mi hijo —Ethan se inclinó ante Raidan y Mabel—. Mi hijo fue arrojado desde el primer piso hasta la sala justo frente a los ojos de mi esposa y los míos. Sufrió graves heridas. Le seguí pidiendo al Príncipe Gabriel que se detuviera, pero no lo hizo. Por favor, por el bien de mi inquebrantable lealtad hacia ustedes durante todos estos años, dejen vivir a mi hijo —suplicó manteniendo su cabeza baja.
—Tu hijo cometió un crimen grave, Ethan. Intentó matar a la prometida del Príncipe Gabriel —dijo Raidan.
Ethan levantó la cabeza con ojos llorosos.
—Su Majestad, sé que lo que hizo mi hijo es imperdonable. Sin embargo, él mencionó el nombre de una mujer. Alguien lo ayudó a dañar a Amelie. Lo removeré de la posición de Alpha si lo dejan vivir. Nunca le he pedido nada a Su Majestad. Solo tengo un hijo. Su Majestad, por favor entienda el dolor de un padre —dijo, esta vez en un tono mucho más alto.